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viernes, 26 de junio de 2020

Muerte en la residencia de ancianos



Los días del ayer
han quedado estáticos,
grabados bajo tamiz de oro
o velo lúgubre de azul noche.

Tres lágrimas de diamante
corrían perseguidas
por la tristeza de aquellos días;
nuestras pupilas vacías
aceptaron pagar el sacrificio,
sin calcular nunca
cuán inmensa fue la pérdida
que desoló jardines futuros,
dejando marchitas por doquier,
promesas muertas.

Siempre volteo para ver si me esperas;
si el vuelo aún no partió
y se torna milagro la esperanza
de que, por la sala de embarque...
sonriente vuelvas...!

Siempre volteo a mirar,
pero ya es tarde;
y un dolor se asienta
como polvo de olvido
que asfixia,
la agónica resignación del alma.

Más,
siempre volteo a buscarte,
con esa ansia fantasmal de verte,
recogiendo a lloros
nuestras horas muertas;

volteo a contra luz,
frente al umbral
de una solitaria puerta;
busco transido,
el socorro de tu mirar
antes de cruzar;

antes de la oscuridad total,
tal vez,
te vea venir corriendo
a borrar con el alma,
todo lo que hicimos mal;

juntaremos, entonces, los destrozos
que quedó de nuestros sueños;
y bordaremos,
los últimos días de la vida...
¡de ternura!
de senil felicidad...



4 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

DRAC, impresionante tu poema-homenaje a tu ser querido que voló a la otra vida.¡¡Cuántos habrán partido en este tiempo de pandemias, amigo!!La vida es cruel al separarnos, envolviéndonos en su polvo de olvido.No obstante, siempre queda la fe, la esperanza de volver a verlos y cumplir los sueños,que quedaron esperando.
Mi abrazo por tu profundidad,tu buena reflexión y tu amor, que se eleva al universo...Y le llegará, no lo dudes.
Mi abrazo y mi ánimo, Drac.

Merche González dijo...

Sentido poema, amigo! Ambos hemos pasado por la misma terrible experiencia. Me uno a ti, de todo corazón. Mucho ánimo y mucha fuerza.
Cuídate!

Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

Ja que patético lo tuyo ,farsante.

Bárbara Himmel dijo...

Hola Drac!!, tanto tanto tiempo sin leerte, por éste medio.
Triste, profundo, real y leal..muy duro, como la vida misma.
Ésta, que en cualquier momento te destrona de la alegría...y nos deja huérfanos de hojas..
Leerte me deja saber que estas vivo.
Espero volver a leerte.
El confinamiento, la cuarentena y todo esto que nos tiene en vilo, nos permite, a veces, volver a juntarnos.
Abrazos y luz