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lunes, 25 de septiembre de 2023

Azul




El viento es frío
y tu recuerdo triste.
Esta noche, al escribirte . . .
¡qué profunda nostalgia 
ha invadido mi ser . . .!
ha impregnado estas palabras,
de unos sueños,
que no llegaron a ser.

El frío intenso de esta noche, 
me provoca,
imaginar tus caricias
que nunca sentí;
y el caminar por las calles desoladas,
me ayudará a pensar en ti.

En el tránsito multicolor
que llena de coches la avenida,
la ciudad, 
enciende su lujosa pedrería
esmeraldas, topacios y rubíes;
resplandecen mientras camino
a comprar a la panadería.
Respiro, en el aire alelado
esa linda ilusión de verte
y me embriago de tristeza
caminando pensativo
en su romántico azul.

Entre la gente 
y entre las sombras,
oigo en mis audífonos,
una inequívoca canción de amor;
la siento tierna, allegarse 
a la honda aflicción del alma
y acariciar, con humildad,
el doloroso puñal de tu adiós.

¿Por qué el universo necesita
sacrificar, sin ninguna oportunidad, mi corazón?

Tal vez, esta nueva crucifixión
haga que, esta noche,
todas las cosas que sucedan,
sean buenas;
que nadie más que yo
pueda morir hoy de pena;
y quizás, así,
creas sentir emociones tiernas,
como esta lluvia
cuajadas en palabras,
como el dulce vino de pasión
que, esta noche,
de mi copa de derrama,
pues, eres la luz del fuego 
que se alborota,
dentro de mí,
cuando te descubro mirándome;
y cuando creo que, al fin,
tu corazón, 
me ha permitido amarte.

En esa tu mirada cándida,
siempre he de ver una despedida;
y en cada WhatsApp 
que te escriba,
una frase escondida 
¡Dios mío, cuánto te amo . . .!