¿Cuándo terminaremos de derruir la montaña?
¿cuándo saldremos de la honda inmersión?
Palpita un barrunto grave en el corazón,
se hace corta la vida ante tanto infortunio,
frente a la desastrosa condición de querer ser
lo que niegan todas nuestras capacidades,
se estrella el ánimo,
flaquean nuestras fuerzas
y se avizora ya, mentalmente,
la retirada sombría,
arrastrando truncas posibilidades rotas.
¿Qué será esto?
¿qué clase de infelicidad es esta;
en la cual, no se mutilan nuestros miembros,
pero sí todas nuestras oportunidades?
Es sencillo, así, convertirse en el adivino
de nuestra propia suerte;
basta tener en cuenta
que todo se nos será negado,
que las puertas permanecerán cerradas
ante nuestra angustiada insistencia.
La playa de un océano creciente
de olas gigantescas,
está desierto a la redonda
de toda alma humana;
sólo el sol ilumina cómo nos ahogamos,
bellísimamente, en el infortunio,
entre los cristales frescos del agua que se alborota.
El planeta continuará hermoso sin nosotros.
El vocinglero, apartado de nuestra suerte,
ríe y departe . . .
como en otro mundo.
La muerte, es en suma,
el más solitario de los caminos.
¿cuándo saldremos de la honda inmersión?
Palpita un barrunto grave en el corazón,
se hace corta la vida ante tanto infortunio,
frente a la desastrosa condición de querer ser
lo que niegan todas nuestras capacidades,
se estrella el ánimo,
flaquean nuestras fuerzas
y se avizora ya, mentalmente,
la retirada sombría,
arrastrando truncas posibilidades rotas.
¿Qué será esto?
¿qué clase de infelicidad es esta;
en la cual, no se mutilan nuestros miembros,
pero sí todas nuestras oportunidades?
Es sencillo, así, convertirse en el adivino
de nuestra propia suerte;
basta tener en cuenta
que todo se nos será negado,
que las puertas permanecerán cerradas
ante nuestra angustiada insistencia.
La playa de un océano creciente
de olas gigantescas,
está desierto a la redonda
de toda alma humana;
sólo el sol ilumina cómo nos ahogamos,
bellísimamente, en el infortunio,
entre los cristales frescos del agua que se alborota.
El planeta continuará hermoso sin nosotros.
El vocinglero, apartado de nuestra suerte,
ríe y departe . . .
como en otro mundo.
La muerte, es en suma,
el más solitario de los caminos.
6 comentarios:
Cuánto dolor escucho en tus versos! Y sin embargo, son los momentos de más profunda tristeza cuando nos conectamos con lo que de verdad nos importa, lo que da sentido a nuestras vidas.
Un abrazo
Un triste y nostálgico poema, cada palabra es una realidad de la vida, no por más hermosa que sea la vida en la juventud, todos terminaremos igual, triste y solitarios ni por más gente que tengamos a nuestro alrededor, pero que podemos hacer creo que solo nos queda vivir el momento, sin pensar en un después, más que un poema me pareció un buena reflexión de vida fue un agrado leerte. Un abrazo feliz semana.
Hermosa tristeza que te hace escribir tan bién
Abrazos
Cuanta nostalgia y cuanta tristeza al rededor de la muerte...
y yo sigo sin sacar nada en claro de ella y de todo lo que la rodea.
pero, la vida es muerte y cuanto antes nos quede claro eso, antes asumiremos que no vamos a salir vivos de ella.
Saludos
esto?
ES EMPRESARIO PERUANO! VEANLO EN TWTER!
Y SABRÁN LO QUE ES!!!
BASURA DE REDES ANTI SOCIALES
Mis hojas virtuales las llenaría
de muchas flores para expresarte
mi agradecimiento, mi cariño,
respeto y amistad, más, acepta que
a ti lleguen mis palabras de gratitud
y el anhelo de que siempre la felicidad esté a tu lado.
Dios nos quita, pero nos da un poco de su sabiduría.
¡Mi eterna gratitud!
Un beso y un cálido abrazo desde el campo de Buenos Aires.-
Muchas gracias por tu visita, querido AMIGO eL dRAC.
Amalia
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