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martes, 29 de diciembre de 2009

Voyeur

Nadie ha sido más dulce que tú.
Tu mirar de atardecer
y tu sonrisa de geranio
que esplenden hoy
con más belleza que ayer...

La envidia me corroe
cuando asomo a verte
desde otro tiempo
apegándote más a él;
bailando lentamente
acompasados
a un sueño
o a ése mundo que reclamo
del ayer.

Se prende tu mirar en su hombro
y él ensimismado avizora
todo lo que ha de suceder.

La música suena en el salón
y mientras los veo bailar abrazados,
el alma es un tuero
que se quema despacio,
sin un quejido,
con la respiración
yendo y viniendo
condenada al sigilo,
al misterio;
a las sombras que imagino
¡y que no debo saber...!

¡Oh puedo sentir su corazón
golpear
contra el levante tierno
de tus senos!
puedo aspirar el perfume de tu aliento
que aquél,
¡también respira con denuedo!;
no es tiempo de llorar
aunque respirar...
¡tampoco puedo...!
espiando a escondidas
como estoy,
a través de este intersticio
del tiempo.

¡oh la trémula humedad de tu cuerpo
que transpira ya pasión
por todos tus poros enamorados!
¡oh la siento
con hondo dolor
del que no muere sino
en la angustia cavilando!

¡oh la pieza ya acaba...!
pronto el tiempo cerrará
los cortinajes de esta visión
subtersticia y velada;

tal vez habrá un beso...
eso,
no alcanzaré a ver;
tal vez habrá sexo...
hermoso,
inimaginable,
que guardarás para siempre
en secreto instante,
en tu cofre ahíto ayer.

Después vendré a recoger
tus azucenas regadas;
después secaré con ellas
tus lágrimas
y te diré:

- ¡no llores,
todavía puedo hacer con ellas
un precioso bouquet...!

Octubre llegará
con su sol mejor de primavera
y tus marchitas azucenas
se engalanarán bienamadas
cual primorosas doncellas;

y cuando quiera transplantarlas
al corazón que sí te ha de querer,
vendrá conmigo otro tiempo
que perfumará la herida
y el zumo dulce de tu ser;
pero tú, amada,
nunca olvidarás
la siega
del jardinero aquel;

y cuando quiera podar
tus pétalos raídos,
tus hojas secas del ayer,
habrá un gran holocausto
en tu alma,
tu corazón se pondrá a doler.

A ti te causa dolor
el recuerdo
de quién te sació de dichas
sólo para después olvidarte
por su mujer;
a mí el fantasma
de un muerto
que desde mil ochocientos
impide con espectrales besos
echemos sus exequias
a nuestro vulgo,
pues tanto nos mortifican
el quehacer.

Debo marcharme...
quédate con tu muerto;
yo quiero un hogar,
hijos,
un tiempo nuevo,
familiar;
en donde pueda entrar
libre
por los ambientes todos
de mi mujer;

llenarlos de luz y de auroras,
poder llenarme la boca
sabiendo que eres mía
¡porque así tú lo quieres!
de arriba a bajo,
del futuro al ayer;
que no existan para mí
cuartos cerrados,
y prohibiciones ninguna
cuando conversamos;

quiero entregarte mi vida
a cambio de la tuya;
no quiero una desconocida
que llegue y me diga
lo buena que es,
no quiero tenerte fe;
quiero saber
lo verdadera que puedes ser;
quiero tu currículum,
para el hogar que pienso tener
creo que es lo mínimo
que debemos ofrecer.
Porque desde que vi la luz
del mundo
supe que el amor
era lo más sagrado para mí,
el amor de mi familia
y de mi mujer.

Aquí están tus azucenas,
para mí todavía están
hermosas y frescas;
pero si quieres,
colócalas en la lápida
del que se fue
y siendo tú su centinela,
como de su memoria
prefieres ser;
échate a fenecer
junto a él.

Aquí están tus azucenas...
tal vez otro las pueda querer.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Aquel a quien tú amas

Aquel a quien amas
y esperas,
y esperas…
aunque sabes
que no vendrá...

Juegas ese juego peligroso.
Sabes que te ama
pero quieres que venga él solo
y con las horas que avanzan
sabes que no vendrá.

Pasa la tarde,
la noche amenaza
y no suena el celular;
sabes que él te ama
pero cual Pedro al Señor
le has negado tu amor,
esperando lo adivine,
esperando te diga esa palabra
que rinda tu ilusión.

Las horas se alargan en el trabajo
a arrastras,
pesadas;
y con ellas
la factura, la carta,
lo que en la agenda
ayer faltara;
y esperas expectante
conectada al chat
mientras trabajas.
A veces él tarda,
pero cuando llega
y se enciende su muñequito
verde-azul,
se hace primavera
en la transparencia de tu alma
y sonríe otra vez preciosa
la hermosa niña de tu faz.

En el chat
él escribe que te ama;
pero al responder,
tus manos delicadas,
traicionan otra vez tu corazón.
Él dice que te quiere
pero tú repites a cada instante,
ya alterada,
que tú no.

La otra noche te llamó
(¡Oh, sí estas enamorada!)
sólo por cantarte una canción;
la escuchaste de principio a fin
y él notó que te quedaste callada,
como tratando de reanimar tu alma
y al conminarte a que dijeras
si el amor te abrazaba,
tú dijiste que no.

Te escribe mil poemas
con frases lindas de amor;
pero tú cierras las puertas
con trabas
y cien candados
diciendo que tú no;

y ahora que no llama...
esperas impaciente,
se te derrite el alma
abrasada por el fuego lento y cruel
de la decepción.

Hay alguien que lo espera,
tú lo sabes;
y sabes que si tú quisieras
de nadie más sería su corazón;
pero necesitas más pruebas
algo que tus muros desbarate;
algo que no llame
sino que derribe las puertas tapiadas
en que mantienes preso tu amor.

Esta noche regresarás
otra vez
sola a casa,
temblando al pensar
si estará traicionando
tu silencioso amor;
tú sabes que él te ama
y sabes que el juego que has elegido
trae sólo...¡sólo dolor!

¡Oh, él te ha llamado...!
pero miras el teléfono
y no contestas,
lo haces porque no sepa
cuánto esperas oír su voz;
luego,
esperas a que insista
pero el teléfono se calla
en todas sus lenguas
y presa de angustia y de nervios
lo llamas temblando,
trémula de ansias...
pero ahora,
el tono del timbre suena...
suena...
y suena;
y hacia un inmenso espacio
se tiende tu alma
toda dolor
a morir,
lágrima a lágrima su pena.

Entre la llamada
y la voz del contestador
se ha quedado perdido
tu nombre,
tu necesidad de amor;
su palabra al otro lado
no te abre las puertas a la vida;
y esta soledad azul,
es la dulce tumba
de un alma enamorada
que eligió,
guiada por extrañas hadas,
un juego peligroso de amor.

Aquel a quien tú amas
y esperas,
esta noche no llegó;
mañana amanecerá
y lucharás otra vez
contra su tierna esperanza
¡con todas tus fuerzas!
y lúdica apostarás a que no

- ¡¡NUNCA !!

y ambos perderán
toda la dicha que
el amor,
les tenían preparada
ha siglos,
sólo para ustedes dos.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Leones

En el norte
hace mucho sol.
El olor grato del cuero,
en el calzado
recién forjado...

Los leones esta bien amor,
hay fortaleza y seguridad
en su mirar;
y en su testuz crinada,
se enaltece su tranquila fiereza,
como amados y fuertes
hijos del sol.

¡Qué buena
resultó tu nueva amiga amor!
que te lleva a tantos sitios de excursión,
tantos viajes al interior
y que además
¡generosa te gratifica!
¡por sólo ayudarle con las maletas...!

Me dices que otra vez
vas a viajar con ella;
algo me dice el corazón
que no te deje marchar;
pero lo han hecho tantas veces
que me digo
¡ya basta de celos!
¡me debo domeñar!

Pasan las semanas
y no hay señales en el cielo
de que vengas;
no llamas
y nada se sabe de ti;
sin embargo,
una tarde aciaga el celular suena;
a media voz
me dices que te vigilan,
que no puedes hablar,
“¡que mañana debemos comunicarnos!
¡como sea...!”
y abruptamente llegas a colgar...

y luego los meses
del invierno,
de metal estaño;
en donde cada minuto
pasa con su cuchillo en la mano;
circunspecto,
sin nada que decir de ti.

- Seguro yendo por otros lares
se olvidó de quien la quiere
hasta morir...!

Pero una vez,
sorprendiendo al alba amoratada,
tu llamada perdida
asoma fantasmagórica
en la pantalla del celular;
la madrugada atónita
se marcha;
recrudece el dolor...

pensar
que hace tanto que no estas
que presiento
un hondo peligro
en tu llamada;
casi siempre el ser que ama
presagia,
lo que no quiere enterarse el corazón.

Corro a conectarme al chat;
estas allí...

- ¿eres tu amor...?
- sí soy yo...
- ¿cuál es la palabra clave?
- 1522

¡Oh me quiebro de dolor!

- ¿puedo verte amor...?
- ...

Y en el claroscuro de tu imagen
narras un calvario de desdichas:
las promesas que te hicieron,
el ganar mucho dinero;
el viaje cual paseo,
sólo acompañar y ayudar...
¡nada!
¡nada era cierto!

Ahora te cobran todo
en exceso;
comida, aseo, alojamiento;
y obligada eres al peor de los destinos
¡tú amadísima doncella!
incomunicada y bajo llave;
hasta que logres lo imposible
pagar todo lo que no pediste,
sin salir nunca del encierro.

¡Ay amor!
tu carita de niña buena
toda bañada en lagrimas…!
que con tus manitas presurosas
tratas de borrar
por no inquietar a mi alma;
¡ay tus lágrimas dolorosas
que en la pantalla,
mi mano,
no alcanza nunca a tocar...!

¡Ay el alma se desgarra
de desgracia
y cortante pena!
y cuando me ves
destrozado
llorar y llorar...!
acercas tu carita
al frío cristal,
para que en este mundo
doloroso y virtual,
te pueda por fin besar...!

¡Oh amor!
¡¿por qué Dios nos abandona
en esta hora infame y sepulcral?!

¡Ay me pides que no llore!
pero ríos de dolor
corren incontenibles por mi cara
¡oh el alma se resquebraja!
y sin morirme,
siento que muero sin brazos
para poderte ayudar;
hecho un nudo en mi garganta
tu nombre,
tu nombre amado que en el silencio
de lo lejos
¡no puedo gritar...!

Amor ya no llores
seremos fuertes;
la imagen de los leones
está bien;
los dos,
como tú y como yo;
en la estepa recostados,
juntos,
para disfrazarnos de valor;
para decir al sino
que vamos a enfrentarlo
juntos
¡muy juntos los dos...!

Porque cuando se quiebra el alma,
sale un león lloroso del pecho
que se lanza impertérrito
y heroico
contra viles sinos y designios;
y arremete a pujo y lágrimas
enloquecido
lo que ha postrado tu inocencia
a este mundo infame de dolor.

Ya no llores palomita
¡yo sabré luchar!
¡yo podré!
no temas,
¡pronto estarás aquí...!

Lucharemos,
contigo a mi lado
nada nos podrá vencer;

hasta mañana amor mío,
descansa bien;
mañana como sea te envío el dinero;
no te preocupes por nada,
descansa tranquila dulce bien...

Al apagarse el chat
salgo a la calle desorientado,
feliz de haberte encontrado
y con el temor hondo
bajo el cielo de estaño,
de lo que pueda suceder...

“La imagen de los leones
está bien;
sé que debo lograrlo,
sé que debo hacerlo, amor mío
o contigo...moriré...!"

El cielo todavía es de estaño
y habrá que luchar mucho
para volverlo azul...
“la imagen de los leones está bien...
está bien...amor...”

martes, 15 de diciembre de 2009

Profilaxis

¿A quien cantan los artistas?
se hunden en sus tristezas;
vuelan con etéreas alas
por cielos espléndidos de amor,
navegan brumas
de nostálgicas lilas
y saborean largamente
las texturas exquisitas del dolor.
Entre ellos se vitorean
y se insultan.

Pero cuando uno sale a la calle
la mañana desata su gresca;
las monedas del pasaje,
el mal trato del cobrador,
el canillita que en las portadas muestra:
“el equipo que no le gana a nadie
ganó a otro peor,
y ya es campeón.
¡VIVA!"

Campeón de la nada,
para nada
y ganan muchísima más plata
que aquellos que
justificando ser hinchas de ellos
pelean, asaltan y matan.
No sé cómo será en otros lares;
pero aquí en mi Perú,
salen en hordas de los estadios,
a robar a transeúntes,
a romper escaparates y ventanas
so pretexto del fútbol
un deporte de pasión nefasta
¿pasión a qué?
Si somos último entre los últimos
y si vieran
cómo azuzan esas inquietudes
gobernantes y comunicadores
¡arriba fulano! ¡arriba mengano! etc.

Y ni hablar de esos frustrados
“críticos y poetastros”
que insultan y agreden
con tropos profilácticos;
previniéndonos de quien
se dice que es
tal o cual cosa
(yo tampoco entiendo)
y así enrevesados
van gritando su muerte
en la mediocridad;
en sus antros bohemios
de drogas y prostitución beoda;
esparciéndola por todos
los que por mala suerte
los llegamos a encontrar.
Y a pesar de sus altos estudios
no tienen talento
para sopesar la realidad.


Hay en mi Perú
diarios sórdidos
que incentivan desvergonzados
el sexo más bajo;
hermosas mujeres
exhibiendo las formas
que natura les prodigó
¡para ser mamás!
y que ellas usan de exhibición
o alquilándose como recipientes
a hombres sin H,
que trocan por un mingitorio
(o algo peor)
a sus novias y esposas
con peligro de enfermarlas gravemente
para “probar” así su pseudavirilidad.
Y las chicas modernas
se prestan al juego,
todo va camino hacia eso.
¿Alguien lo censura
en vista de proxenetas, violaciones
y un largo etcétera más?
Nadie.

Y otros periódicos peor;
azuzan rencillas
sin fundamento
que nos han sembrado
para con vecinos nuestros;
haciéndonos creer que ellos son los malos
y nosotros los pobrecitos;
y como el pueblo
con las justas tiene para comer
y poco o nada estudia
les sigue el amén;
ya que, también figura así
en casi
en todos los libros de la historia.

¡¡La guerra es la guerra!!
es lo más primitivo de la sociedad
pero
¡¡¡no se va a la guerra a perdonar!!!
si vas a perdonar...
¡nunca ganarás ninguna guerra!

pero decía,
cuando es nuestro conciudadano
(jamás denunciado)
el que siempre ha sido
el más traidor;
¿nombres?
Huáscar, Cahuide,
Prado, Elmore, Piérola,
un Belaúnde, Montesinos,
y uno más,
el más grande (me lo reservo,
para hacerle una página especial)
Este último descubierto
Ariza, es traidor de poca monta
y no merece estar entre estos “grandes”;

pero es mejor callarse
y mejor aún encumbrarlos,
muy fácil podemos hallar a sus descendientes
en las instancias del gobierno
haciendo política
en los puestos de mando.
¡Eso sí,
bien hartos de plata!

Pero como hay libertad de expresión
¡vaya y pase!
y los que ostentan el poder
callan y tergiversan antiguas voces
que claman por ser escritas
en alguna página de la historia
para conocimiento de todos;
dirán a sus adentros:
“es mejor callar esas voces,
sigamos alimentando
odios y rencores
cosa que así,
tenemos
un pueblo distraído
y santa tranquilidad
para llenarnos los bolsillos”

¡Y que sigan proliferando los traidores!
¿no ven que nadie los condena,
nadie los señala y ahora son
héroes o próceres?

Y algunos decimos:
yo no hablo de religión ni de política
y entre paréntesis:
“de eso que se encarguen
los de siempre,
las instituciones y mandamases
que nos hundieron en donde estamos”;
después nos quejaremos
(como rebeldes que somos)
después nos haremos las víctimas,
lucharemos con todas las fuerzas
para que nos tengan
por abanderado
de las sociales justicias.

Yo veo que se alzan
en el mundo
voces solitarias de protesta;
“sentimos” que debemos hacer algo
por lo ecológico
pero...
¿quién le exige a los yunaits
la firma del tratado de Kyoto?;

CUÁL de los mandatarios
QUE NOS REPRESENTAN
cierra las puertas de nuestro país
hasta que Obamita,
(el premio Nóbel de la guerra
con su discurso sinvergüenza;)
firme y se comprometa
a bajar la intoxicación que vierte
inmisericorde en todo el planeta.

¿De qué sirven nuestras protestas?
si los que nos representan ante el mundo
se hacen los que no se enteran.
Vivimos en DEMOCRACIA
y debemos apoyar al que tenga una agenda;
no para los suyos y su corte de empresas,
sino para que ejecute
lo que A TODOS NOS INTERESA.

¿Nos importa que la Chrysler o la General
desaparezcan?
¿porqué no la pueden liquidar
como cualquier empresa
que se declara en quiebra?
¡que liquiden sus bienes!
que venga otra que lidere
el ramo de su competencia.

Y los que tengan mucho dinero
invertido en ellas...
¡que pierdan!
¡pues qué!
¿no es lo que nos ocurriría
a cualquiera de nosotros
si hacemos malas cuentas?
Lo cierto es que...

(¡¡y lo sabemos!! ¡¡y lo apañamos!!)

que los que tienen dinero
hasta el hartazgo,
nunca pueden perder.
Decimos con idiotez
"¿y si fuéramos nosotros?"
cómo si alguna vez podríamos tener
esa enorme cantidad de dinero.
¡Vamos, riámonos!
yo lo estoy haciendo también.

¿Acaso alguno de nuestros países
tienen alguna ley
en el que se destierre para siempre
de la política,
a quien esté implicado
en actos de corrupción; y con él,
hasta el cuarto grado de consanguinidad
a toda su descendencia?
(Debemos ser severos)

¿No, verdad? ¿por qué será?
Será porque de todas maneras
alguno de ellos
ha de ser brillantísimo.
Y siendo así,
no podemos negarnos tal oportunidad
de “salvarnos” de la mediocridad.
Me da risa la grandísima hipocresía
de la que hacemos gala.

Protestando no logramos nada
vivimos en democracia,
hay un momento de ejercerla
como seres humanos responsables
del futuro del planeta.
Aquí en Sudamérica
se están talando bosques extensos
para sembrar palma
y remplazar el petróleo
con etanol,
el nuevo combustible energético
que ha reducido en Brasil,
el 80 por ciento de importación
de ese oro negro en barril
creando más contaminación.

¿Qué hace García ante todo lo dicho?
(García, es el presidente de mi país)

¡NADA!

y se jacta de ser Aprista;
va a los periplos
y clama por la disminución del armamentismo
¿qué nos importa que se arme el vecino?
para salvaguardarnos tenemos leyes,
¡leyes supranacionales!
solamente García,
(y econ él
a todos los gobernantes);
no concedas a los vecinos
campos estratégicos;
¡nada más!
¡tan simple como eso!
No concedas los puertos,
no concedas los aires,
no vendas territorios;
no permitas penetración financiera,
cuida la comunicación
¿es que acaso no existen otros inversionistas
en el mundo?

¡¡Ay, nuestros países queridos
y sus gobiernos!!

sábado, 12 de diciembre de 2009

Fugitiva

Te has ido.

Galopa desesperado el corazón
en tu búsqueda;
corre,
agita vientos
hundiendo sus latidos
en pantanos extensos de dolor.

Alboran luces en la oscuridad.
Es noche.
Y desconocidos rostros pasan
iluminados;
voces que vienen de algún lado
al olvido
y no distingo en mí,
totalmente sumido,
cuál será la realidad.

Sé que autos y personas
urden con sus charlas
y el tránsito benigno,
los días y los meses,
los tristes años que he perdido;
más no sé
si esta honda desgracia
ha de ser la realidad.

Dijiste que no te irías,
(¡oh dolor!)
¡lo habías prometido...!

Mi fe creyó en ti...
Cayeron rezos.
El corazón escampó
y vacías las pupilas
se llenaron de mundo transitivo;
desvarío enloquecido
de buscar
sentirte conmigo
¡Ah el intersticio imposible de tiempo
en que siempre te alcanzo a ver!

¡Oh amor!
te di feliz
resuelta la esperanza;
trazada larga hacia el futuro
y ahora que he venido...
¡la he encontrado tirada!

Llorosa al pie de tu puerta.

Quizás esté muerta,
aunque parece que la pobre,
¡sólo durmiera...!

Vendrá un día
en que volverás...
pero de no saberlo,
de buscar infructuosamente
en el imaginario
cuándo será,
languidezco;
muero perfectamente
con la clara mañana de tu ausencia
atravesada en el pecho
como estaca;
y ya sin alma en los ojos,
por una senda larga de tristeza
me echo sólo a caminar.

Dijiste
que te quedarías conmigo;
recuerdo nuestros abrazos...
¡Oh amor!
¡tus caricias y caricias...!
tan tiernas a mi fosca incredulidad...

y tus besos...
¡ah los besos que me diste...!
y sanó cada herida
que yo pensé
nunca iba a cerrar.

La noche se hizo mágica.
Maravillosas las horas,
y cada promesa dicha... ¡dicha!
de tu boca a mi boca,
en la más dulce intimidad.

Ahora
te has ido;
mi esperanza esta dormida,
recostada en tu abandono
al pie de tu puerta.
Ha llorado mucho
y por ello
la temo despertar.

Tu asiento
está vacío...
cerrada a destiempo
la ventana
y alrededor cantan recuerdos
sueños difuntos;
el sino irreparable
de saber
que ya no estás.

Esperanza está dormida,
abandonada en tu puerta,
ha llorado mucho
y mi alma se echa ahora
junto a ella,
a descansar.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Algazara

Te agradezco Señor,
por el sol
y por el aire que respiro;
y por permitir que me acerque
a tu rostro inexistente,
a tu dulce perfección;

por permitir
que llene de primaveras
el ánfora quebradiza del alma
y de flores fragantes
el triste barro del corazón.

Te agradezco
por el cielo,
cuando se refleja dentro mío
mirando de un niño
rielar en sus pupilas,
su inocencia franca;
o cuando encuentro en mi arduo camino
ya sin esperanzas...¡el amor!

Te agradezco
por dar a todos los seres
la vida,
tu santa bendición.
Te amamos Señor;
y en nombre de todos confieso,
que tú eres a quien buscamos
con todas las fuerzas
del odio y del amor;
la felicidad que representas,
la buscamos Señor,
estemos equivocados o no.

Así tú no existas,
qué dulce es creer
que después de obrar
cual nos enseñas;
al irnos de este mundo,
nos recibirás en el seno
de tu perfecto corazón.

Oh, déjame cantar tu nombre
y reúne a todos los vientos
en mi voz;
quiero ser caricia que lleve
a todos los hombres de la tierra
la excelencia de tu amor.

Oh Señor,
respetaré las historias
que de ti hablen mis hermanos,
que te buscan con ansias
como te he buscado yo.
Ya no permitiremos
más mordazas a la cultura,
a la verdad,
a la comunicación;
que eres tú mismo como el aire
¡libre!
como la belleza y el amor.

Desata tu luz en nuestro entendimiento,
haznos libres y unidos;
convídanos del saber
para romper  yugos
de este perverso capitalismo;
hermana en el amor
nuestros países
¡oh, déjanos alcanzar la paz,
dulcísimo Señor!

Tú eres todo cuanto existe
e ignoramos;
atavismo, lapso, evolución;
cuando comprendamos
que hasta en lo más malo
estás presente Señor,
entonces ya no te veremos
como bueno o malo,
que eso es de humanos ignaros,
tu solamente y vastamente,
eres Dios.

Creo en ti Señor
cuando veo a la alondra
en los mórbidos espejos,
extrayendo el rocío a gotas
con el coral brillante de su pico;
bañada las alas de tu mirada buena
como viento y como cielo,
¡como ardiente sol!

Oh Señor, creo en ti
cuando principessa
me mira con tierna ilusión;
y cuando se juntan músicos y poetas
con artistas de todas la tiendas
y juntos ¡todos! ¡le cantamos al amor!

Te siento como música
cuando en medio del tráfico feroz,
se abre un claro en el camino
y puedo desplazarme por él
cantando contigo en voz alta,
riendo suelto,
libre,
veloz...!

Y cuando arrecia el calor;
yo siento tu caricia
en las sombras que empozan
los cierzos bajo los árboles,
la frescura de tu nombre
como idea
viene a mí cual soplo suave,
¡Oh, cuán fácil es sentir tu amor!

Y en los vestigios
de otras civilizaciones,
yo veo en sus filosofías antiguas
toda tu belleza y esplendor;
en el dolor
que aqueja mi alma
yo encuentro tu esperanza,
cual palabra sabia;
que me enseña con paciencia,
a tener por el mundo
¡más amor!

Y en la madre que vuelve a ser niña,
yo te encuentro;
cuando con sonrisas,
entre juegos y caricias,
le enseña a su cría
la ternura de la vida,
la sencillez de tu amor;
y juntando sus manecitas a las suyas
musita trémula y sentida oración.

Una golondrina se descuelga
del tejado
rayando con su sombra
los matices y arreboles del ocaso;
y allá, al otro lado,
una pileta de pronto
juega traviesa
bajo el cielo de la tarde...!
lanza a las alturas del viento
mojadas plumas
y alborotados encajes
¡oh, cómo ríen con gracia
su fresca y bullente agua!
ante la fatiga pesada
de mi diaria labor.

¡Oh, las mujeres despliegan al vuelo
el drapeado de sus faldas jubilosas!
bailan felices de su hombre,
su familia y de tu amor.

¡Oh, dancemos junto a ellas!
por la vida que nos regalas
¡en algazara!
Demos palmas
¡y más palmas!
cantando felices
todos los que hemos encontrado
en nosotros mismos
(¡donde siempre estabas!)
la bella inmensidad de tu amor...!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Angus

Mil idiomas
y ninguno lo suficientemente honrado
para decir
lo que no necesita palabras.

Mil dialectos
que dicen sin decir nada;
estériles
ante las carcajadas
de los dioses que hemos creado
para cubrir la desnudez de la raza.

Las residencias en los yunait
y en otras partes del planeta
son inmensas,
más
cuando las moscas
se paran en las bocas resecas
y en los rostros de los niños
y las niñas famélicas.

Briosos de sol
pintan sonrisas al borde bajo
de sus grandes cabezas,
ante las cámaras que retrata
su piel,
laceradas y negras;
el infortunio
reza sus calamidades
diariamente allí
las reza...
las reza...

Olvidados en sus desiertos
sólo aspiran saber
qué es menos horrible
el Sida o sus prolongadas hambres;
el paludismo o su falta de agua,
la malaria o el respirar una vida
más negra que su color
y más muerta que la muerte misma
que los acompaña
a donde quiera que vayan,
es su condena: África,
el continente del dolor.

Tierra sin porvenir
polvo y sol;
donde ya
hace daño hasta el fulgor;
y donde la tristeza y la muerte
contraen nupcias diariamente,
mientras
millonarios ríen opulentos
despreciándolo todo
y simulando ser serios
cuando regalan ante el mundo
un poco
de lo muchísimo “ganado”
(¡oh son tan caritativos!)

Pero nadie habla de ello;
y siguen los intereses de capital
en todos los campos;
y la extracción de diamantes
todo al mismo tiempo;
y se rescatan entidades
que llevaron a la quiebra el sistema;
¡con 700 millones de dólares
se salva a los ricachones!
y con 300 solamente
hubiéramos cambiado
el porvenir del África;
de quienes, en verdad,
nadie se acuerda.

Mucho nos quejamos.
Y cuando los yunait
subsidia sus algodones
e inunda mercados con superproducciones
mueren literalmente,
sin alcanzar ninguna venta,
tristes agricultores del Senegal
y como no sabemos,
nos quedamos callados;
total,
son las reglas del mercado
pero ¡sí nos quejamos!
¿de qué sirve?
¿si no hay acciones que tomar?

¿De qué nos sirve quejarnos?
si los que nos representan
no se acuerdan del continente africano
¿acaso exigimos
cuando llegan los comicios
que en sus acciones
esté impulsar para el África
ayuda, trabajo, presupuesto básico?
¿verdad que no?
e irónicamente...

¡cómo adoramos el fútbol!
ya ni sé cuánto se les paga
a quienes con un balón
hacen verdadera magia;
y cuando Zlatan baja una pelota
¿alguien se acuerda del África?
o cuando Messi driblea y al área
perfilado se apresta
¿alguien piensa
en la cuarta parte de africanos
con sida o tuberculosis
o en la madre esquelética que gesta?

El niño se arrastra,
agoniza con un buitre
persiguiéndole a la espalda...
se condenó al hombre;
pero no a los saqueadores
que se llevaron los recursos
y les dejaron en el clima infernal
sólo miserias,
hambre,
enfermedad.

Angus
¡aquí, ya nada se puede hacer...¡
¡nada!
¡¡vayámonos ya!!

Ellos siguen creciendo
y llenando sus caudales;
y adhiriendo ejércitos y gobiernos
a su sistema de buscar sólo lucro,
gananciales;
y actúan solapadamente
por llevarse las riquezas mundiales.
Y como tontos
respetamos convenios y tratados,
constituciones;
denostamos a Evo,
cuando el hombre
es el fin supremo de toda sociedad;
¡el ser humano y no el dinero!
es el que inspira la ley
y su contrato.

¡Oh se ven tan elegantes
llenos de su moneda de papel!
¡Oh sus casas y sus carros!
¡oh sus ropas y extravagancias
que no tienen cuándo detener!

¡Y cómo los imitamos...!
¡y cómo tratamos de asemejarnos a aquél!

En alguna parte
toman y festejan;
y pagan 300 dólares
por una joven hembra
que, hija del amor y la pobreza
es la más linda de la casa
hundida desde siempre en la miseria;
ella tratará de alcanzar así
los niveles que la televisión refleja;
el dinero que acicala
malsanas
y torvas conciencias
y ¡que nadie hable de ello!
pues serían misóginos
los que hablaran mal de esas hembras;
para quienes,
no está bien morir con dignidad
en la pobreza.
(¡Y para quién lo está!)

Unos están locos
y en su tiempo de irrealidades
sonríen,
y tocan en el aire
burbujas inexistentes de promesas;
¡dancemos como ellos!
locos y felices
en el tiempo que nos queda;
al compás de las imágenes
que la muerte nos refleja.

¡Oh Angus,
aquí ya nada se puede hacer...!
¡vayámonos de una vez!
o tal vez...sí,
todavía podamos hacer algo...

Y los malos de palestina
¡lanzando sus bombitas artesanales!
¡¡8 millones de hacinados!!
y se sigue la construcción del muro sagrado;
pero nosotros
nos quedamos callados
viendo cómo actúan los millonarios;
pero tal vez,
sí podamos hacer algo...

¿Y si por otra resolución
mandamos a los hijos de Yahvé
al África?
para que esta vez,
sin hacer daño,
hagan todo lo que saben hacer bien?

¡Oh Angus
aquí ya nada se puede hacer...!
o tal vez...
sí podamos, todavía,
hacer algo...

Y los tratados,
que con una sonrisa nos condicionan.
Nos cambian superproducciones
por nuestra pequeñísima producción;
y nos sentimos señores
ayudándoles a consumir
lo muchísimo que les sobró;
hundiendo más en la miseria
la industria nacional, el agro.

Oh Angus
ya nada se puede hacer,
¡nada!
o tal vez...
todavía podamos hacer algo...

¿Y qué hacemos llorando?
si cuando se nos pregunta decimos:
“cada uno debe ganar
de acuerdo a la importancia de su trabajo”;
así niños corran tras el grano
que cae del camión de ayuda
y entre risas se lo traguen crudo;
porque así lo quiere Dios
“y qué suerte que tienen
de tener esta ayuda
de las grandes empresas
y los grandes bancos”

¡¡Aquí nadie debe ganar de acuerdo a su trabajo
sino de acuerdo al país en donde estamos!!

Oh Angus
ya nada se puede hacer,
¡nada!
o tal vez...
sí...
todavía podamos
hacer algo...

África la infausta tierra
que ninguno de nuestros mandatarios
tiene en su agenda;
y que cuando reímos
y celebramos
nunca recordamos,
dejándola que viva y que muera
sola,
en su miseria.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Presencia

Precioso es
ver la ilusión de los niños
reverberar en sus pupilas
la noche buena,
víspera de navidad.

Reflejan sus alegrías...
¡lindas estrellas!
en la noche negra;
blancas sonrisas
de la gente buena
dispuesta siempre a ayudar.

Madre llegaría tarde aquella noche,
a deshora.
Una sombra de tristeza
le empañaba la cara
y con su corazón hecho un nudo
nos miraba largamente
mientras sus ojitos
llenábanse de gruesas lágrimas.

Madre lloraba silenciosa
preparando alguna sopa,
dándonos trocitos de pan;
papá nos contaba un cuento
sobre el bien y el mal;
y de cómo siempre ganan
los buenos,
con inteligencia
y con magia de Dios
¡que nunca debe faltar!

Llamaron a la puerta
unos semblantes
de serena bondad
y entregaron a mamá
unas bolsas de papel…

Al despedirse de papá
le tendieron la mano
y al estrechársela
encendióse el rostro paterno;
sus ojos se agrandaron
como si se hubiese hecho en él
alguna bienaventuranza;
o cual si,
simplemente,
hubiese visto a Dios.

Al irse las personas,
crepitaban las bolsas
atacadas con premura de manos felices.
¡Pugnábamos por ver los regalos!

Éramos como aves
cuando se les ha lanzado algunos granos;
presurosas, ávidas…

¡Habían víveres!
¡y una muñeca rota!
y tres soldados desvencijados
que trajeron nuevos sueños
a mi gran erario.

Aquella noche
la guardo en el alma
como las más alegre;
como cuando exangüe la fe
viene Dios con su magia
y con un milagro
desbarata infortunios
y pone luz y pone calma,
donde sólo había dolor.

Gracias a gente como ellos
algunos aprendemos a creer
que existe Dios
y que en el momento más infausto
se le hará bien aparecer.
Si pudiera,
yo daría a cada par de manos
lo que quedó del corazón,
porque lo repartan
entre tantos niños olvidados,
para que aprendan a soñar
como esa noche aprendí yo.

- papi, ¿ellos son tus amigos...?
- sí hijito... los ha enviado Dios...!

lunes, 30 de noviembre de 2009

Escarnio

Sucede que cuando uno hace algo
siempre hay alguien
que viene a estropearlo;
nos creemos todos dueños de la razón
y nos quejamos;
y nos quejamos,
y vamos ciegos de corazón.

Veamos,
¿algún país esta bien
en el globo terráqueo...?
No
y todos los días y todos los años
es lo mismo;
quejas por aquí
reyertas, paros, movilizaciones
¿y qué logramos?
¡Nada!

E insistimos como necios:
para el maestro,
paran los médicos,
o para el transporte;
a veces se pliegan al paro todos los gremios
y hacen un pliego común
se negocia y sacan algo
¿pero eso queríamos...? No

¡NECIOS!

¡Les hacen el juego!
Hay una sola herramienta
para que funcione
todo aquesto que queremos
y se llama DEMOCRACIA
pero aquellos que se quejan
y los otros que reniegan
¿qué es lo que hacen
cuando llega el momento de ejercerla?
se los diré:
se congregan detrás del rostro
simpático,
la demagogia divina,
detrás del hombre exitoso
o el partido de legendarias ideologías.

Y reclamamos justicia:
para los pobres,
para los enfermos,
para los huérfanos;
¿y acaso estos hombres
que postulan a las elecciones
alguna vez hicieron algo por ellos?

¡NUNCA!

y ¿cómo pues esperamos
que esta vez hagan
lo que por propia voluntad
nunca hicieron?

(Me dan risa los que esperan algo de...Obama!!!
¡si es una marioneta!
él dirá cualquier cosa
pero son las empresas de armas
los grandes titiriteros que lo gobiernan)
¿Y lo que pasó en Honduras?
75 por ciento de ausentismo
¿algún país las declarará nulas?
Qué país levanta su voz
y se alinea junto a Lula.

Y nos peleamos;
y arengamos,
y damos vivas,
y somos felices cuando triunfan;
y nos amargamos luego,
cuando las cosas no resultan;
y los únicos que aumentaron su riqueza
fueron nuestros elegidos y sus familias.

Si has amasado fortuna
y te rodeas de los grupos de poder,
y por esas relaciones
llegas hasta las elecciones;
¿a quién hacemos creer
que ahora sí
tú para nosotros
cambiarás el estado de cosas?

¡NECIOS!

Estoy harto de ustedes
todo el tiempo quejándose,
¡amargados!
todo el tiempo ayudando
¿crees que lograrás algo ayudando?
Yo te diré qué lograrás
¡NADA!
morirás así
y vendrán más guerras, más pobreza
todo por la ambición
de tener más riqueza;
y te pliegas a los paros;
luchando un pobre
contra otro pobre
generando con su huelga más pobreza.
¡Estoy harto de ustedes
que nada piensan!
que buscan soluciones inmediatas
para lo que ha siglos nos aqueja
estoy harto de ustedes


¡HIPÓCRITAS!

No detengas el país
troglodita de mierda,
porque al pararlo
sólo buscas solución para ti
y para los que están en tu trinchera;
¿y los demás?
¿los demás que sufren miseria?
¡¡que se los trague la tierra!!???

¡HIPÓCRITAS!

Son tan lobos
como los que están arriba;
y no dudo un ápice
que de llegar al poder
(puesto que están luchando por lo suyo
ahora desde abajo)
no dudo que harán lo mismo
cuando estén en lo alto.

Esta porquería de sociedad
con su casta putrefacta de mandatarios
no se remedia con un paro,
ni con ponernos a renegar
o lloriquear, o denostar,
o insultar;
o pisotear el regalo sublime de Dios
el amor;

y el amor,
¡¡no es erotismo!!
¡¡tampoco cópula!!
El amor,
no es un beso,
ni una caricia,
¡por Dios!
¡el amor es Dios mismo!
¡que de esa forma se manifiesta!
con besos y caricias,
con abrazos y miradas;
y dos manos que se juntan
antes y entretanto
al erotismo, la pasión, ¡la cópula!;
es hombre y mujer que se encuentran
no para fornicar nada más
sino para engendrar una familia
un hogar: núcleo y base de una sociedad...
la nuestra!!

¿Y para qué copulamos?
¿por placer?

¿Por qué llevamos ese instinto sagrado?
¿Porque está de moda?

¡NO!

Es para tratar de perpetuarnos
en el tiempo como especie,
emulando a Dios que en el tiempo
es lo ÚNICO perenne.

Y Dios...
(no se equivoquen)
no es Buda o Yahvé,
Mahoma o Jesús
Zoroastro o el sol
¡Por Dios!
¿cómo mierda se nos ocurre
definir a Dios?

Que además de todo
¡es nada!
orden de cosas,
matemática pura,
abstracción,
belleza,
verdad;
logaritmo y algoritmo
hasta el infinito,
toda una eternidad;
que convergen en él mismo
ignorancia y saber;
si Einstein mientras
más se adentraba en la ciencia,
atónito de inmensidad y belleza
más se aferraba
a su divina creencia.

Y nosotros
en nuestra maldita ignorancia y mediocridad
que no llega ni al cero de coeficiente
de aquél
desistimos de Dios,
o lo definimos
como creemos debe ser;
por eso decía:
cuál será el último pensamiento
de agnósticos y ateos
cuando les llegue el momento postrer
¿ahí sí creerán?
o...¡¡morirán en su ley!!

HIPÓCRITAS, convenidos…

y con concha le pedimos favores,
indulgencias;
y decimos:

- como Dios es bueno...¡nos lo va a conceder...!

¡Pues qué! ¿nos creemos tan importantes
para que Dios se fije en nosotros?
¡seamos humildes!
pobre raza de humanos ignorantes
que es lo único verdadero que somos,
que pretendemos con unos rezos
convencer a Dios,
chantajearlo;
inclinar la balanza a nuestro favor
¿no ven que en todo vemos ganancia,
aprovechamiento?

Estoy harto de Uds.
HIPÓCRITAS;
y luego se conduelen del hambriento,
del mísero;
¿y qué hicieron en las elecciones?
¿se tomaron el tiempo
de buscar un candidato correcto?
¿un filántropo de aquellos?
alguien cuyo currículum demuestre
con hechos,
lo que ahora perora con convencimiento?
NO, nunca lo hicimos
pero sí renegamos, pero sí nos quejamos
y hacemos huelgas y paros;
qué bonito es éste deporte nuestro.

Pero hay una solución;
aunque ya no será para nosotros.
Si empezamos hoy
¡HOY!
se hará realidad
en un mundo
que ya no veremos;
y la solución es
cambiar la educación;
imbuirla de principios y valores
¡¡pero debemos pugnar por ello todos!!
no sólo algunos panfleteros.

Formemos los hombres del mañana
con altos ideales;
mostremos y denunciemos
las miserias que crea
el capitalismo salvaje;
denunciar y detener a los consorcios
de grandes capitales
que se tragan las vidas de los pobres
para llenar MÁS sus caudales,
exigir la condonación de todos los intereses
¡pues qué carajo!
¿no tienen ya plata suficiente?
¿no tienen armas suficientes?
¿acaso no crearon bastante estropicio
ayudando y apoyando
golpes, guerras y narcotráfico?

Pero no lo hagamos con paros y marchas estúpidas
hagámoslo con la herramienta
que nos brinda la ley
la educación, LA DEMOCRACIA;
felizmente,
amigos, hermanos,
contamos con un gran aliado
LA COMUNICACIÓN
usémosla para hacer del porvenir
un mundo mejor.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Job

Trémulas tus manos
se posan
sobre mi sensación convexa.
Sienten, imaginan,
reconocen como garras suaves de azor
sobre su presa.

Se han posado en las laderas
de mi prohibición,
a palpar in situ,
mi oriente medio
todo ahíto de riquezas.

Hincada,
mirándome de vez en vez
con malicia de chicuela,
bajas la elástica pretina
y libertas al zaino corcel
que apretujado piafa de su encierro,
se inquieta.

De un salto, éste,
se muestra
al brillo de tu mirar avaro
y codicia de cenicienta.
Corpulento animal
de corvo tronco,
que poco a poco
al calor de tu boca se enhiesta.

Tu mirar de niña duda
en hacer o no
lo que tu lengua apetece
y se relame indiscreta.
De abajo para arriba
lo miras…
me miras…
y vuelves a mirar
lo que encendido ha crecido
con descomunal fuerza.

Ahuecas la boca
de dulces honduras
y me acercas tu aliento;
aspiras mi aroma
con frenesí intenso,
y tornando tus ojos ciegos
trémulas tus manos
en tu imaginación lo dibujan.

A veces parece temieras
que te increpe algo;
y al ver que ya te acaricio,
ya te miro embelesado,
te resuelves a recorrerlo
a todo lo largo con profundos besos;
¡oh ver mi grueso contorno
en la fiebre honda de tu boca abierta!

Lo aprietas a tu rostro
vertical,
vehemente en caricia tosca,
que al raspar,
aja tus labios encendidos
y tizna de rubor
tus mejillas pálidas de rosa.

De pronto
abriendo los ojos
sonríes al verte así:
¡descubierta!
y continúas empuñando
mi báculo caliente,
con sonrisa cínica y fascista;
¡oh es tan dulce verte así
depravada en la habitación secreta!

Golpeas con él tus mejillas
por sentirlo fuerte
como es,
con el grueso ardiente de su tamaño;
su calentura y su olor.
¡Hembra que desnudas
el terso mármol de tu piel,
a este amor que te necesita
con urgencia!

Ah, el néctar hirviente
que Dios me ha dado
llenará tu profundidad,
colmará tu valle sagrado.
Icor seminal.
Todos los amaneceres juntos en holocausto;
presencia de Dios ¡en un solo acto!

¡Ay, lo acaricias con tu rostro
angelical!
¡oh el ígneo rojo de tus labios…!
que al frotarlo con tanto ahínco
vertical
se quedan más rojos aún y temblando…!

¡oh el mazo de encendido color
que empuñan tus delicadas manos!
¡embriagada de su olor
adicta sigues con tus juegos sados!

Tu boca encarnada
exhala voraz femenil aliento
y entre gemidos y eufemismos
apasionada lo arrecias, lo muerdes, lo besas;
le ruegas por su lluvia divina
de fuerza y germen
¡oh lujuria! ¡lascivia!
tú mi linda mujercita
hermosa, tierna ¡y dulce!
sometida y predispuesta;
viciosa, lúbrica y obscena.

¡Oh tu boca que abierta
de labios rojos
exquisita lengua me apresta!
y a la par,
acaricias la inquietud que crepita
bajo tu vientre
y olorosa en la quebrada,
entreabres con molicie
tus encajes delicados,
mojados de deseo
¡almibarados!
oh mi amor, si eres una miza
que acaricia veleidosa y reina
con jugosa lengua
tu recién capturada presa.

Ah el hilo de miel barniza
ya mi romo capullo…

- ¡líbalo con tu boca bermeja!

y que al hincarlo entre tus labios,
frunza la fuente de tus besos
en ardiente rosa.

Ah el éxtasis dialéctico
en que desciendo del amor bueno
al deseo sin pudor, sin freno.
Oh musitas cuánto lo necesitas
mujer mía, apretando tus senos;
acariciando fuerte
tus caderas hermosas;
cuanto más sorbes y saboreas
mi mosto en lentas gotas,
lo arrecias con los frutos
de tu pecho enardecido,
que ardientes,
de pasión extrema se agolpan.

Oh amor tus pupilas me miran
incrédulas, complacidas;
cual niña que al fin
sus mórbidas travesuras
sus carceleros permitieran;

y cuando te empeñas ansiosa
en tu caricia repetitiva,
abres receptiva la boca
exhalando sed, hambre y sopores
que quieres saciar como sea
en mi carne apretada y jugosa.

¡Oh te siento en mi abertura breve!
cual lo ayudas, lo muerdes, lo succionas;
te untas con él los labios
frenética
y acariciando mis badajos
ansiosa me miras
con silencioso ¡cuándo!
Ah tus ojos vuelven a mi extensión
a esperar acariciando
el germen alto de mi amor
que esperas para ti sola.

Oh mi amor
sientes en mis exclamos de placer
que llega en convulsiones
el magma ardiente de mi amor,
la explosión de mi querer
¡oh lo acercas a tu boca!
y lo llevas a tu rostro,
y a encenagar, también,
tu blando pecho de mujer.

Con una mano lo sujetas
y con la otra
lo estrangulas suavemente
malqueriente
a todo lo largo;
lo secuestras para obligarlo
a saciar en la certeza de tu aliento
tu hambre hueca de mujer.

Oh tu sonrisa dulce
que se torna triunfadora y perversa
cuando logra
lo que ninguna otra mujer pudiera:
escanciar con amor mi sed.

De súbito
entre tanto mimo
rebalsa otra vez el amor de su copa,
te inundas de su olor
y continuas sonriente, victoriosa
chapoteando con las manos
mi savia espesa;
tus dedos,
uno a uno enmielados,
mágicos;
siguen acariciando,
dejando oír en tus quejidos
lo mucho que lo deseas;

¡Oh la magia de verte empapada
con mi oloroso néctar!
¡oh saber que soy el único hombre
de esta oculta mujer que la sociedad ignora!
oh depositaria amada de mi amor,
húndeme en tu reino de bondad y ternura
¡ahora!

Convídame del dulce zumo de tu boca
mientras te dejo muy adentro
las caricias de mi amor perenne
y mi premura
por tenerte en mi futuro
¡para siempre!
¡a toda hora!

viernes, 27 de noviembre de 2009

Estaño

Volver a la noche
cuando nos besamos;
cuando en lo dulce
de tus ojos claros
había un sí
que dijiste asintiendo como niña
y mordiéndote los labios...

Volver a la noche tibia
de octubre
cuando se hicieron para mí
todos los sueños posibles
e increíblemente,
posé mi boca
en la mariposa de tu boca...

¡Sentir tu tibieza
de labios!
y aspirar profundamente,
tu olor todo,
quedarme de él impregnado.

Volver a caminar
a la plaza de armas,
beso tras beso…
(¿qué me obligaba a besarla?)
y sentir asombrado
cual tu pubis
refregabas en mi regazo...

¡Oh la noche era azul!
y el mundo para nosotros
giraba demasiado rápido.

Volver a la banca verde y fría
aquella noche silencia,
donde besándote
y por que no te fueras,
puse en práctica
consejos de amigos mayores:
“si no quieres que te deje
bésala mucho en el cuello, ¡lámela!”

y hacerlo sin tino
hasta mojar
el cuello de tu blusa;
observando y extrañándome
del brillo en tus ojos
y tu perenne sonrisa.

Oh cerrando los ojos
nunca supe lo que hacía,
¡no sentía nada!
tus reacciones bruscas despertaron
mi desatinado quehacer;
esperaba tu reproche,
nunca lo hubo...
aún no alcanzo a comprender.

La noche se hizo alta.

Los ficus soñolientos;
la hojarasca
que, a la fría brisa,
tiritaba;
y yo párvulo total preguntaba:

- ¿te gusta...?
- ...

Son los cielos del sur
esplendorosos,
mágicos de pedrerías
y aquella noche
en que nació la ilusión,
no hubo gente
que no nos mirara;
tú sonreías todo el tiempo enamorada...

¡Oh la rosa que ruboraba tus mejillas!
y tus labios rojos encendidos
que alojaban entreabriéndose
sensitivos
mis ansias luminosas
en precipitados besos.

Yo no sabía qué más hacer,
el amor contigo
era bellísimo,
lo que siempre soñé;
pero trascendía en la ternura tierna
nefanda mi pasión;
¿por qué a este sueño lindo
de amor e ilusión
crecía desesperadamente
este grueso gusano pecador?

Oh cómo pugnaba
porque no te des cuenta;
aunque después supiera
con tristeza
de todo tu bagaje;
y que ello, finalmente,
era “realmente” tu prebenda.

Me miraste a los ojos
simulando extrañeza
¡yo prometí casarme!
qué dulce y tierna...
y buena...
y gentil...¡torpeza!

Después sabría
que lo que pensé
era amor sólo para mí,
también tenía otros accesitarios;
a intervalos,
intermitentes,
casi a diario;

después sabría de ti
y de un cuento trágico
que gracias a Dios descubrí
porque nunca lo pude creer.

Hoy todo está acabado.
No te extraño;
pero a veces pienso
que estuvimos a un paso
de hallar para nosotros
el amor de verdad.

Decir la verdad
sólo cuesta
un poco de vergüenza;
y cambiar...
es dejar en la vera
cosas innecesarias y viejas,
sólo vanidad.

Desde allí te ando buscando,
oyendo muy quedo en el silencio
querubines traviesos
que susurran
entre celajes y el esplendor del cielo:
“espera, ¡sonríe!
descubrirás pronto
que el amor existe”

Y sí,
pero ahora insistes
en quererte ir
¿acaso no oyes que alborotados dicen
que el amor puede estar aquí?

No dejes que el tiempo se vaya
sin descubrir lo que pueda ser
lo mejor para ti;
¡sonríe!
no dejes que se vaya el tiempo
sin descubrir que el amor existe
por todos y para todos
¡también para ti...!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

El nicho

Aquí,
no hay cielo;
la oscuridad sin medida
es la tapa negra de un féretro
que asfixia;
que se acaba de cerrar...

Es mejor así,
descansemos,
soportando todo
lo que podamos soportar.
El dolor
todavía está fuerte aquí dentro,

después gritaremos;
después
nadie nos oirá.

Es mejor así;

que nadie sepa que tenemos miedo
y que a pesar de eso,
es mejor aceptar en silencio
que cierren la tapa del féretro.

Este dolor de sombra
que me traspasa
nunca fue así;
pero hoy fue más tangible
y su dolor más intenso…
insostenible,
Ay Dios...¡cruento!

Han tapiado el nicho por fuera,
oí el tarrajeo del cemento fresco,
creyeron que estaba muerto;
pero ahora,
que ya no puedo retroceder,
tengo miedo;
aunque este dolor
de sombra transparente
me sigue hiriendo aún
sin cuartel.

Se enrarece el oxígeno,
ya casi me desespero;
sólo me da fuerzas
esta sombra aciaga
de dolor intenso
y el miedo que retrocede,
hacia el pánico unos metros,
al terror dantesco de saberme
solo,
aquí adentro...

Lloro,
empiezo a llorar y gimoteo;
todo lo que por hombre
callé hasta hace un momento
lo sollozo ahora,
temblando de miedo;
encuadrado en lóbrego ataúd
veo sólo el color de su seda negra,
sangre coagulada y muerta.

¡Oh Dios tengo miedo!
y empiezo a palpar
que no podré salir;
estoy inmóvil,
preso,
a un paso de morir.

¡Oh se enrarece el aire!
y el dolor transparente
que me agobiaba
se esfumina ante la muerte;

sólo queda
el ansia enloquecida
que ya dobla mis rodillas,
crispa mis manos
en angustia terrible,
que fuerza...
por un poco de aire...!
¡que pugna por salir...!

¡Oh amor
cuánto quisiera
no haber hecho esto!

¡Ni nada!

Oh sólo frente a la muerte
entiendo
que tú no vales
¡esta forma desgraciada de morir...!

¡Oh moriré…!
y mis manos
apenas en posición
asumen,
tratan inútilmente
de mover la tapa;

desgarro a gritos mi garganta
y más me turba
el saberme aquí dentro,
tras un bloque pétreo de cemento
donde nadie me habrá de oír.

¡Oh pobre de mí
que decidiera
acabar de esta manera
con tanto sufrir!

¡Oh Dios quiero vivir!
¡me ahogo!
¡me faltan ya las fuerzas!
¡mi corazón!
¡tus ojos tristes!
¡mi madre que falleciera!
¡Oh, los míos que viera por última-última vez!

¡No...!
es mejor que suceda,
en medio de esta horrenda quimera,
lo que vine a conseguir
y sin embargo...

¡Oh Dios…mío, perdóname!
¡¡no quiero morir...!!

Se hizo mudo el forcejeo,
los gritos hacia adentro;
el pensamiento desesperado
se esfumó
con el último de los deseos...
Todo fue aplastado
por lo eterno.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Vogue

Cuando te acercas al momento de amar…
(no importa con quién)
hay un magnetismo traidor
que obnubila tus sentidos;
la piel se imanta a las caricias
y los labios se aprestan seductores
para el torrente de besos
que esperan en la víspera.

Cuando te acercas a amar
(no importa con quién)
prepara el Vesubio su desastre
y lo que antes fuera quietud,
humilde monte de Venus;
bulle hirviente a tus adentros,
el magma ígneo de tu amor.

Vértigos de calor
se suceden,
holocausto sacro, cuando la vida
incuba el germen,
y en colores tórridos
corren y te envuelven
¡locura amada!
¡género de tu frente!;
¡oasis genuino de tu alma inmortal!
gloria terrena ¡la de tu fuente...!

Deseosa te sientes...
¡nadie como tú!
tan hermosa,
¡nadie como tú!
para hacer mieles.

Con hambre sideral
te sientes...
¡deseada!
y a la vez...
injusta y esclava;
sumisa y mandataria.
Será el momento de ser mujer;
no importa el día
ni con quién estés.

Cuando llegue el momento aquel
no habrá preguntas,
sólo maremotos inmensos
fustigando con dulces tiranías
tus amables playas de deseo;
alas a las cabalgatas y desasosiegos,
mitología del amor
reescribiéndose en tu cuerpo.

Cuando llegue el momento de amar
no podrás discernir
qué es lo mejor,
cual lo verdadero;
sólo huracanes de pasión
aullando irán frenéticos por tu cuerpo
y tú engullendo con desesperada gula
todo lo que venga y te sacie,
con o sin esencia de hombre,
siendo carne sabrosa para el hambre
y hambre asaz para la carne.

Viscosidad dulce
en que deviene tu ser...
más abajo de la espiga de tu talle;
más abajo
y hacia el fin primordial
de tu ser mujer.

Luego,
felicidad será por doquier;
es tan hermosa la forma de amar
que tuvo éste o ésta,
(no importa quién)
que por un momento
dirás:

- mis senos
son para que besos los florezcan…

(¡quién!)

y dirás:

- la anchura hermosa de mis caderas…

y las rosas que prendieron en tus carnes
cuando mordió su boca
y te rozaba caliente
entre las piernas…
alerta enhiesto de su ser.

Sus manos te amasaron como arcilla
para llenarte toda con su forma
su inclemente torno de alfarero;
¡fuiste buena al dejarte querer!

Luminosa de lujuria
sus manos te descubrieron:
sola,
¡única!

Sus besos se recrearon
en tu secreta hendidura…

Paladea,
cata sin premura…

y no importa si fecunda
el surco cada mes,
si sólo puedes darle lo que necesita:
estéril placer.

Amor fortuito que dura
sólo la magia de un encuentro
algunas veces al mes.
Con los años te darás cuenta
que has servido sólo
para dar a beber el sumo dulce
al dueño transitorio
de cualquier mujer.
¿Eso está bien?

Agradecer a Dios
por darnos el goce,
este descomunal placer;
y entender
que ello fue hecho contigo
no para el amante furtivo
que al marcharse sólo deja
más soledad que ayer;
sino para enfrentarnos a la muerte
como destino,
para sembrar más de la especie,
que por débil, tiende a desaparecer.

Para que la humanidad se perpetúe
fue hecho tu ser;
para que seamos émulos de Dios
en todas sus formas
¡amor, bondad!
¡belleza, fuerza!
ser como él es SIEMPRE
lo que da más placer.

Y darnos cuenta
que si antes buscaban las mujeres
hombres fuertes;
evolutivas ahora,
los buscan ¡inteligentes!
y observar cómo pueblos atrasados
buscan seres avanzados;
inconscientemente,
por hacer perenne la raza,
uniendo genes con sus genes
¡oh selección!
¡oh dialéctica!
interactuando unos con otros,
¡oh amasijo del ser humano mejor!

Siempre nos embrujan
unos senos dadivosos
y nunca entendemos por qué;
nos creemos ligeros, sórdidos, libidinosos;
pero sepamos que es una ley de la natura
asegurar alimento a la cría,
que es de todo el reino,
el más desvalido ser.

Y más nos encandilan
las redondas formas carnosas
de las posaderas de mujer;
más, si son anchas, generosas;
pues también es otra ley:
asegurar un parto sin riesgos,
asegurar, con la madre,
cuidados y alimentos
para que el hombre del mañana
nazca, crezca;
¡alcance nuevas eras!
pueda en este tiempo de lucha
contra la muerte
¡permanecer!

¿Y la moda de hoy?
delgadas, anoréxicas, sin bustos;
incluso casi sin caderas.
Miremos bien
"quiénes" hacen las modas y los gustos;
y al pensar un poco,
encontraremos fácilmente "su" por qué.

La higuera tenía sólo hojas,
ningún fruto;
y por estéril...se secó!

jueves, 19 de noviembre de 2009

La cita

Se acaba nuestra cita
en la noche eterna.
Se van silenciando
poco a poco nuestras risas
y prefieres irte sola
por la calle del recuerdo,
a altas horas…

No hubo un beso,
tampoco un hasta luego;
pero se quedó palpitando en el viento
mi “estoy enamorado de ti”,
mudo;
y más callado aún
el “¡cuánto te quiero, ya no me dejes ir…!”

Las avenidas grandes me socorrieron;
vinieron todas a darme el encuentro
al cruce aciago de tu calle;
vinieron trazando en lo alto
pasos,
marcha legionaria
de camándulas y faros;
quiero decir,
los postes con su lágrima;
por ti,
como yo,
olvidados.

Hube de conducir el auto
por ríos negros de obsidiana,
¡solitarios!
Arrastrando el corazón
conduje moribundo,
bajo la noche silente y cárdena;

ante un desfile de luces
en velatorio
me cerraron el paso de pronto
rubíes en lo alto,
con iridisadas espadas
de fatuo fuego escarlata;
que cambiaron a zafiros-ámbar, luego;
mi corazón beodo,
recordaba cada una de tus miradas;
hasta que estridentes bocinazos
me hicieron ver el verde del semáforo.
Había cambiado,
riéndose de luz en el negro-azul
en fúlgido esmeralda.

Recordé arrepentido mis palabras;
lo que dijera apenas
el pecho herido
y te llamé:

- ¿podré verte mañana?
- ¿no dices que no te llame?
- ¡No…! siento que me muero
cuando crece la distancia
- …ojalá que no…
- si puedes...me llamas...

y tras el chau
se colgaron en el teléfono
todas nuestras ofensas,
¡ahorcadas!
y sentenciadas a muerte
desfilaron a su pena
nuestras afrentas cabizbajas.

Es difícil volver a casa
cuando regresamos sin alma;
los ojos llenos de ti,
las sienes enloqueciendo
con tus risas,
con tus juegos,
con las miel de besos que trasluces
mágica, cuando hablas.

La promesa de volver
se hace credo
al respirar
mientras regreso;
y si se ahoga una lágrima,
es porque repite el ser
a cada instante
¡pronto la he de ver!
¡ya llega el alba!

¡¡Oh diva de mi amor
haz en mí la claridad de tu mañana!!

lunes, 16 de noviembre de 2009

Bodegón

Regreso a casa.
Mediodía solar.
Se contempla hacia el fondo
de occidente
la bahía afable del litoral,
sopla el viento transparencias,
marejadas de frescura
vienen de ultramar.

El azul acero se derrama,
monta sobre olas que sonríen
lentamente en letanía
y se extienden
hacia recordativas playas
arenas densas, encendidas.

La sierpe negra del circuito
bordea al pie
altos acantilados.
Fresca va como rimel de mujer,
que trajera sombra a la magia
de unos ojos dorados;
y que ahora,
por la autopista,
serpentea al pie de verticales montañas
tachonadas de verdes en cascadas,
mastuerzos y bugambilias,
adornando el hondo precipicio
que las delata.

Desde aquí contemplo
el total incendio de luz.
De lejos no soy nada
y mi mundo desde aquí es pequeño
para tanto azul
y tanta atmósfera;
para tanta vida en la bóveda
que sin embargo, muere,
por nuestra causa
en agrestes condiciones
de un dios menor.

Los autos multicolores
de vigorosos brillos corren,
mudos a la distancia;
pequeños como yo
con su mundo lejano al interior;
apurándose se pasan
unos a otros;
entre tanto,
corren lentos.
A la distancia sus apuros breves
son un desconcierto de afanes,
sorprende y entristece verlos
en ése tonto e inútil devaneo.

La magnificencia azul del cielo,
contrasta su añil
con vapor sutil de neblina;
semeja un velo de tul
que ardiente sol
pulveriza y disemina;
y tiende incorpóreo
desde ha siglos
al cenit de horas evolutivas.

Las calles
alegran sus fachadas y su verde
hacia árboles estériles
y jardines disciplinados.
Fulgura el astro rey
se multiplica en la hojarasca;
late el corazón,
iluminada la pupila se contrae,
se agazapa;
y se siente relumbrar
la vida,
apoyándose de sol
entre edificios y las casas.

Las gentes
transitan mansamente,
en esta parte del planeta.
Hacia allá
ficus y pinos,
inusitadas palmeras;
que altísimas sus murmullos balancean,
cuando se le ocurre a la brisa fresca,
colarse entre los flecos de sus pencas
y estremecer la quietud bajo el cielo
que sostiene su gran estatura lánguida.
A unos metros,
una mujer riega con cristales rotos de plata
el césped ígneo de esmeralda
muchedumbre en protesta,
callada;
que se baña humildemente
de rocío y escarcha.

En bodegón de colores
todo cuanto existe
son vidas lejanas.
Cerca a mí,
son aún más extrañas;
nos veo en conjunto y huyendo,
como si escapáramos
en lapso breve
de lo que en la vida
siempre nos atrapa.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Hartazgo

Veamos,
yo como Uds. también estoy harto
de violencia y sexo barato;
y de aquellos que se creen malos
y con ofensas
y adverbios bastos
insultan, agreden ¡y ofenden!
a los más sanos:
los que portan ideas
luminosas en la frente
y palabras blancas
recién escritas en las manos.

Más me indignan los otros
que utilizan como armas sus venablos;
y no escriben sino vejan
y degradan;
corrompen con su mala saña,
y destruyen obras que otros
a las sociedades han legado.

Pero Palestina sigue igual
viviendo de la caridad mundial
sin trabajo, ni educación,
ni dignidad;
apartados por un maldito muro
que no será de 45 kilómetros
cuya caída se acaba, otra vez, de celebrar,
sino tendrá ¡¡721 kilómetros!!
para no ver nunca las tierras
que fueron suyas
antes de la hipocresía mundial.
¿Y dónde están los malos?

Y África casi en su totalidad
en condiciones infrahumanas
¿por qué existen ricos
si hay tanta pobreza mundial?
¡¡dónde está la igualdad!!

Y Honduras, tierra de árboles y pájaros
y de 30 familias con el Opus Dei emparentadas
¡Ay mi Honduras, alejarte del padrino
tuvo un costo cruel! ¡cruelísimo!
que la sangre de tus niños,
y de tus mujeres,
y de tus hombres mártires
¡no sea en vano!
¡Honduras sé fuerte…!
hasta que triunfe tu derecho
a ser país soberano
y tus hombres,
hombres libres y socialistas ¡y humanos…!

Levantemos la voz,
luchemos contra lo que le hace daño
al planeta que habitamos.
Drogas en la amazonía
(la que seguro a algunos les sienta muy bien
¡y de ello se jactarán! ¡puedo oírlos bien!)
mientras nos asaltan con cuello y corbata
los hombres del Fondo Monetario
del club de Paris y todos aquellos
a quienes ciertas bocas jamás osan mencionar;
por ignorancia o servidumbre
claro está.

Y los grandes consorcios financieros
llenándose las arcas
con más dinero
que ya no saben en qué utilizar;
(¡malditos adictos
al vil metal!)
cuyas residencias albergarían
cientos de familias o más.

¡Estoy harto!
¿quieres ser grosera
y mostrar lo más bajo de tu sexualidad?
¡¡primero di que amas!!
y después escucharé atento
todo lo demás…!

Y aquel otro
que denosta al amor
que lo trajo de la oscuridad al mundo
o quién sabe si el rencor
que le nace en las entrañas,
es porque nació bastardo
y odia toda muestra de ternura
de amor, de humanidad;

¿Ignoras, envenenado ser,
que tu madre al conservar tu vida
te amó de verdad?
y la prueba está en que llegaste a la adultez
cosa que debes agradecer
al amor interactuado de ella
con la humanidad.

Tienes demasiada carga negativa;
no destruyas los buenos actos,
vé con los tuyos,
con aquellos como tú
de instinto criminal.

Atila ya murió
igual que Gengis Kan
y si alguien los imita
son los capitalistas,
y los fabricantes de armas
los titiriteros de verdad,
de quienes nada dices
y es… (déjame sonreírme)
natural;

tratas de destruir
todo lo que no tiene armas,
lo indefenso
y que para ti es débil;
escupes la flor,
te mofas del poema de amor
blasfemas de Dios
y exultas sadomasoquismos
al momento de amar
te sientes gótico, ¡original!
pero contra los reyes de la maldad
nada puedes, nada dices,
porque ellos sí son la verdadera bestia infernal
a quienes tratas de igualar.

La única responsable de que
entes como tú existan
es la democracia,
la que te permite las libertades que respiras;
pero no te equivoques,
no te reveles contra ella,
porque si hay alguien a quien eliminar
de seguro el pueblo te elegirá.

Estas harto de mieles
y de palabras suaves.
Y tú, ¡sórdida!
te acostaste con los que quisiste
y alardeas de tener gran bagaje;
pues te aseguro que para lograr un hogar
tendrás que mentir sobre tu vida
y ¡ay de aquel que te enrostre la verdad!
lo odiarás hasta la muerte;
porque para todos querrás ser digna,
buena, honrada;
dices: “uno puede hacer con su vida
lo que le venga en gana”;
pero para hallar al que te ame
tendrás que irte a otro lugar,
donde nadie sepa a cuántos diste
lo que llevas bajo el vientre
y que algún día…te dará maternidad.

Ni en su pureza más brutal
los animales
son como aquestos hombres y mujeres
burdeleros infames,
que hacen de la violencia, drogas y promiscuidad
la bandera del futuro;
y de aquellos que no la blandan,
tontos, anticuados, hombres de otra edad.

Y las propagandas,
que sólo anhelan hacernos sentir
que lo que ya tenemos
nos hace infelices;
y nos obligan a desechar lo que tenemos
para que compremos más;
de tal manera que todo cuanto compremos
dentro de un tiempo
“ya no nos sirve”
y lo reemplazamos con otro igual
pero más descartable
porque ahí está el negocio,
la utilidad.

En ello se nos va la vida
trabajando todo el tiempo
para comprar más cosas desechables,
para estar acorde con esta
consumista sociedad;
y cuando llegamos a casa del trabajo
vemos televisión en nuestro tiempo de descanso
o vamos de compras,
para volver luego al trabajo;
a trabajar el doble,
para poder comprar más;
ya no pasamos tiempo con los que amamos
ya no hacemos cosas que nos dan felicidad;
la felicidad ahora
es ver televisión o comprar más.

Oh violentos que buscan medios artificiales
para lograr su felicidad;
licores, drogas, promiscuidad;
¡estoy harto de ustedes!
que degradan valores,
y con ello corrompen el futuro de los niños
truncan el mañana de la humanidad;
manchan con ejemplos negros
sus claros horizontes
y le dan a los dueños del mundo
un pretexto para seguir expoliando;
para seguir desvastando, desgarrando
ocultos tras vuestras cortinas de humo
y escándalo,
el planeta que ya no sabemos
a dónde irá con tanto daño ambiental.

Qué hacemos fabricando tanto producto desechable
¡reciclemos!
¡que se están agotando los recursos naturales!
sólo los jueces y policías del mundo
consumen la tercera parte
de los recursos del globo
y por ello están interviniendo la amazonía
¡no seamos bobos!
inventando golpes, guerras y guerrillas
¡despertemos!
todavía tenemos esperanzas y sueños,
todavía hay quienes creemos
en la libertad y la justicia social.

martes, 10 de noviembre de 2009

Flambe

Con un movimiento de manos
has hecho
que toda mi vida se incendie.
Es el alma ahora un bonzo espiritual
que arde en llamas.
¿Cómo es un alma que se quema?

Dijimos sin decir
que cuando llamáramos
estaríamos allí siempre,
para lo que sea;
y lo hacemos,
pero no para dar
lo que prometen las miradas;
ni dar lo que, en latidos sordos,
el corazón reclama.
¿Cómo es un corazón al que se le quita la palabra?

Oh sería tan fácil acercarme a tu rostro
y cerrando todas las miradas
entregarte con un beso
¡el alma…!

y mirar contigo un mundo nuevo;
sin miedo al hondo abismo
que tras nosotros
siempre aguarda;
y que besa nuestro estar de pie
al borde,
¡vertical!
¡nuestros talones!

y el viento que se ríe inmensamente
de la artera palabra,
aquella que dijeras envenenada
y que a sus hórridos brazos de abismo e infinito
me precipitara.

¡Dijimos! ¡nos dijimos sin decir!
serte fiel hasta con las miradas;
tú contármelo todo
para que yo no tema nada.

¡Dijimos! ¡nos dijimos!
códigos ocultos
que nos hicieron lo que somos:
esposos noveles en una iglesia imaginaria;
dos promesas en el cielo:
tú mirando el horizonte,
y yo soplando y soplando,
como la fábula,
sobre un árbol pequeño,
que no se arranca.

¡dijimos!, nos dijimos…
no querer estar muertos de presente,
sino sonreír con nuestro ayer
al futuro plenos;

pero algo pasó…

hubo un gran incendio…

y en medio de dantescas llamas,
ya no decimos nada;
sólo cavilamos discerniendo
de qué color pintamos la cocina
mientras se quema nuestra casa.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El Rumor

Hubo un hombre
allá… en distantes lenguas
a quien los hijos de Yahvé
aún no reconocen.

Un hombre magnificado
hasta la túnica,
de hazaña y de milagro;
pacífico de corazón,
pronta entrega.

Hubo un hombre.
Sólo un hombre.
Como Mahatma
o como Juan Pablo;
o como aquel
que pasara sin mirarme
por mi lado.

Nacido de “almah” (mujer joven)
descendiente de la casa de Judah
y por sangre de David
hijo de María y del docto José;
líder radical de los nazaras
y asentado en Galilea
que es llamada en la biblia
“el desierto”, sito
alrededor de Qumram.

Por entonces debíase cumplir,
con el mandato judaico de casarse
antes de los 20 años.
Y lo hizo, empezando en Canaan
con banquete prenupcial,
agasajando además,
con vino a todos sus invitados;
pues, si todos somos humanos,
no es más el que más tiene

- ¡Llenad esas tinajas con agua
que para Dios
todos somos igual!

Cierta vez en que
ayunaba por “el desierto”
se le presentó el zelote,
para decirle que debía ser
libertador de su pueblo
como Moisés, como David;
como exigen los sagrados textos.
Y señalando toda la urbe
ocupada por romanos,
lo arengó el Iscariote:

- ¡todo puede ser nuestro
si juntamos nuestros ejércitos!

pero el hombre
adelantado a su tiempo
luchaba por homologar
las estrictas leyes judías
con la paz celeste de su reino.

En Betsaida
se avino a predicar
y al contrario de lo que aún hoy,
hacen sacerdotes judíos,
no se purificó hundiéndose
hasta la cabeza
en las linfas del lago;
simplemente,
caminó por las piedras
hasta la barca
que lo estaba esperando.
Desde allí
apaciguó la iracundia
del pueblo escogido
que lo estaba observando
y dio su sermón para todos,
todos los que quieran ser salvos.

Y exclamaron los presentes
con asombro
más que irritado…

- ¡¡Miren, ha caminado por las aguas…!!

y hasta hoy nos llegó
soterrada indignación,
cual si fuese un milagro.

Él fue quien recibió,
mientras se sentaba a la mesa,
la aceptación de María
en matrimonial unción;
y para que entienda
el que entendimiento tenga;
la hermana de Lázaro, guardó
el resto del aromático nardo,
para ungirlo después
cuando ya sea muerto;
pues, eran las normas
de descendientes mesiánicos
asegurar su linaje
con la unción de la novia,
con ya tres meses de embarazo.

Que significaría sin ambajes,
haber caído en desgracia
aquel que no tuviera esposa
o quien llevara la cabellera larga.

A las afueras de la ciudad
a espaldas de las murallas,
estaba el averno
lugar de quema de basura diaria;
y por decir ¡no seáis más una lacra!
(que las lacras deben ser incineradas)
inventaron pasado el tiempo
un lugar llamado infierno,
donde, de seguir inicuos,
se quemarían en el fuego
eternamente
nuestras almas.

Y la multiplicación
que ciertamente
(y hablando siempre
en condicional) no fue tal;
porque él
ya no era el único que prodigaba
con sus manos la comunión del pan,
la palabra;
sino todos y cada uno;
repartían lo que tenían
multiplicando así la bondad

- ¡os haré pescadores de hombres!

y dando la buena nueva
¡oficiaban todos de sacerdotes…!

Como era de esperarse
levantó los odios de todos;
escribas y fariseos,
judíos y sacerdotes;
quebrantando a cada instante
la estricta legalidad
con su prédica de amor,
fraternidad, igualdad.

Este fue el hombre que deshonró
a los jueces del sanedrín
ordenando a Lázaro salir
desacatando su muerte civil;
por todo esto para ellos
era el sacerdote perverso,
que rompía cánones impuestos
desde hacía mucho tiempo
y que frente al sumo Caifás
tuvo la osadía de afirmar
su ascendencia y divinidad.

Que no aparezca en la Torah
y en los originales de Josefo
es lógico desde todo punto;
por emparentarse siendo quien fue
con la suprema deidad.

- ¿Qué es la verdad? – preguntó Pilatos.

Y haciendo del latín
anagrama ingenioso
el judío convicto y confeso,
contestó sin inmutarse:

- (La verdad) es el hombre que tienes delante…

Y tejieron mil engaños,
y mil religiones desde aquél.

Al tercer día,
establecido por ley,
se libertó o...resucitó!
¡que no puede manar gota
de sangre,
de ningún muerto!
Ahora ya lo sabemos,
después de la crucifixión
todo es papel agregado,
sólo sueños.

Ante las dificultades y misterios
fulge con excelencia...
¡la inteligencia!
rebelde y revolucionaria;
única en la historia capaz
de transformar el mundo
en sociedades modernas.
¿Qué sería sin su cerebro
el ser más desvalido de la tierra?

- ¿Quid est veritas?
- Est vir qui adest…

domingo, 1 de noviembre de 2009

Canción de hogar

“¿Y… cómo lo haríamos?”

Despertar a la prisa una mañana
al filo de la alarma del reloj…
antes que saltes de la cama
hacia la ducha …¡robarte un beso!
y por ir ganando tiempo
saco de la refri nuestros cafés;

caliento el tuyo en el microondas;
reviso el carro: el agua, el aceite…
¡todo está bien!

Observo al volver
(¡oh preciosa!)
cual te desnudas antes mis ojos
siempre ávidos de mujer.

Tu turbante de felpa
en la cabeza;
y la bata que al caer
deja temblorosos
los frutos de tu cuerpo
cubiertos de rocíos,
que saltan de la luz hacia mi asombro.
Botones de carne apretados
donde amamanto apasionado
esta enorme sensación de hombre
que nunca acabo.

Fascinado y completamente callado,
en caída libre, caigo,
hacia el mullido lugar de tus encantos;
tu enramada humedecida
que simula olorosa y hendida
un oasis nocturno,
que tu cuerpo cubre y sigila;
secreto de Dios
en tu piel hecha de luz;
que albora cuentos de amor
ante mis pupilas extasiadas.

En la íntima ternura
de recuerdos frescos de la alcoba
te vistes para la oficina…
magnetizado
me acerco a ti,
oh repetir la dulce embriaguez
que anoche nos produjera
el amar
y luego dormir…¡tan bien!

Me apartas sin hacerlo,
siguiendo con tus cosas.
Yo beso tu espalda, tus hombros
interrumpido por tu blusa;
llevo mis besos a tu pecho,
tus senos mientras te abotonas,

bajo a tu vientre despacio
con los ojos cerrados,
se interpone tu falda
mientras quitas de tus caderas
mi loco abrazo.

Me meto a la ducha
de ti todo embriagado
y salgo sonriente a mostrarte
mi recia virilidad en todo lo alto
que a pesar del frío…

- ¡¡Mira cómo está…!! –

te miro cómplice;
y tú mirándome fija, sonriente;
me acercas tu rostro atentamente
y entornando los ojos me gritas:

- ¡¡¿Es que no te cansas?!! -

¡Ah dejarte con una sonrisa
toda el alma en la boca…!
oh amor, mi amor,
¡qué dichosas son las horas,
que a tu lado, mi vida pasa…!

Luego me vestiré
mientras comes tus tostadas;
acordaremos lo que haremos
y al llegar a tu trabajo
nos despediremos un instante
con un beso apurado.

- Chau amor…

y al ver que te alejas
desesperado,
prorrumpiré en voz alta …

- ¡Me llamas…!

Cerrándose la puerta tras de ti
me iré tranquilo de ver
que entrando asientes con la cabeza.
Oh amor, amada; dulce bien.

En la noche al recogerte,
nos iremos por ahí
contándonos la jornada;
compraremos alguna cosa para la casa;
cenando mientras charlamos
de los gastos, de las cosas;
del bebe por venir
y de la cosa linda que viste
para la cuna
o para que se vea bien;
yo simplemente enamorado
escuchando,
escuchándote
¡no pararé de sonreír…!

Pronto nos iremos a casa
dejando en el aire esa esencia
que las parejas al mundo regalan
cuando se quieren bien;

comentarás las últimas noticias
te daré mi opinión
(siempre contraria);
y al ponerte la pijama,
te atacarán en jauría mis besos,
a los que corresponderás poco a poco,
con calma;
mientras sigue inútil en su perorata
el viejo televisor.

Revolcándonos efusivos como dos niños,
entre abrazos y besos,
en la cama,
descubriremos el amor
cual la primera vez
entre olorosas sábanas.

¡Oh Dios! ver cómo tu carita
dulcísima
se torna aprenhensiva, apasionada;
y cómo tu delicadeza mimada
va y combate con bríos
¡hermosa!
mi fortaleza bizarra;

Oh tu amor con mi amor
bebiendo efluvios, alientos;
luchando con hambre
cuerpo a cuerpo
con abrazos y con besos;
con caricias y te quieros
dichos sólo a ti,
sólo a mí,
en íntimo secreto.

¡Oh aplacar mi sensación quiero!
¡oh repetirte tantas veces
como las que negaste tu corazón a mi sueño…!

- ¡oh mi amor cómo has llegado…!
- sí amor… qué linda eres dulce bien…!

Y abrazándote
y abrazándome
ir apagando de a poco las luces…
del dormitorio,
de nuestros ojos;
para que nuestras almas
en el sueño
se amen
también.

- Hasta mañana amor…
- hasta mañnnnzzz…

miércoles, 28 de octubre de 2009

A mis amigos

¡Oh amigos
estoy tan contento...!
desde hoy puedo mirar al cielo y sonreír,
y respirar la paz en el aire
sabiendo que el mundo
no es tan inconmensurable
como para que no pudiera
nunca hallarles.

Desde hoy los cierzos
cantan suavemente para mí;
tan es así, que los oigo desde lejos
acercar sus romerías,
su bullicio cascado
de quitasueños y alegrías.

¡Venirse desde lejos...!
trayendo vuestras risas,
vuestras charlas e inquietudes
en cestas olorosas
de tiernos versos
y páginas multicolores...!

Hoy las distancias insalvables
me son amables.
A mi playa solitaria llegan
a manos de mansas olas
sus mensajes;
cual una u otra botella
que alguno de vosotros
acorchara y despidiera
pintando frente ella
¡la mejor de las sonrisas!
al lanzarlas hacia lo  lejos

ante el viento del oeste...
¡muy lejos!

hacia el regazo tierno de las mareas;
para que, yendo al garete,
con la rotación del mundo,
me llegara lindamente con sus voces,
conmovidas hasta Perú!

En la arena bañada de espuma
rueda,
hacia mi secreta impaciencia;
¡la veo!
atacada es, en su cristal mojado,
por oblicuos rayos de sol
¡oh si la vieran!
tintinea hecha toda una fiesta
de luz y de color.

¡Ah, los nervios de mi sonrisa,
al contemplarla emocionado,
nublan mi vista!
¡oh la fuerte brisa marina!
¡las gaviotas...!

¡Oh amigos, aquí en Perú
el cielo azul es tan inmenso y luminoso,
que viajan albos desde barlovento
níveas montañas de algodón
cual caravanas majestuosas de blancura,
o envoltorios sublimes
de las grandes gracias de Dios!

¡No lo puedo creer...!
¡Aunque lo sé!
Son mis amigos los bloggers y poetas,
que desde lejanas tierras,
me envían la frescura tierna
de sus juveniles cartas,
impregnadas de sueños
y fantásticas primaveras;

sus anhelos azules
recién germinados;
y que yo creí existía sólo
en la reclusión perpetua en que me sumo,
cuando tembloroso
de tanta crueldad y tanto mundo
me aferro a mi corazón atribulado
con mi último sueño,
frente al ordenador sin rumbo.

Oh amigos, amadas,
a veces, parado ante el horizonte,
espero que las horas sucedan
imaginando vuestras voces,
vuestras risas;
la deslumbrante profundidad
que debe haber en sus pupilas.

Gracias a vosotros, a vosotras;
quiero vivir y luchar
por un horizonte nuevo;
donde, más allá de azules firmamentos,
no existan fronteras
más que vuestros nombres
y el nombre de cada uno
de los hombres de la tierra;

vuestro verbo eslabonado
a mis humildísimos giros
sabrán hacer una ronda de amor
como cuando éramos pequeños;
y nuestras madres nos inculcaban
su decálogo sagrado en cada rezo;
para que ahora,
al transcribir sus enseñanzas,
se multipliquen sus besos
en cada uno de nuestros versos.

Gracias a vosotros,
amigos, amadas;
es que tiene sentido la vida otra vez,
sabiendo que hay otros seres
que, como yo,
tratan de sembrar el mundo
de jazmines y esperanzas;

gracias a ustedes amigos, amadas,
es que puedo irme de la vida
luchando desde este ínfimo blog;
¡luchando junto a vosotros!
con pétalos y con sueños,
(¡vaya! lo único que tengo)
¡por un mundo mejor!

domingo, 25 de octubre de 2009

Morbo

Como en un sueño
me he sentido hasta mi altura.
De pie,
ancho de hombros;
abierto de piernas.
Llevando mis dedos gruesos
a bajar la cremallera de mi bragueta
sin haber mingitorio cerca.

Luego el vientecillo fresco
de tu aliento
soplando delicado
en mi centro.

Sin entender aún
he sentido lo mojado y blando
de tu boca,
introducirse mi sensación
como un objeto;
cual se coge una fruta dulce
de la rama
para comerla a deshora.

Ser la causa de tu hambre
me ocasiona ser
y ver sinécdoque de mí;
cual lo saboreas y succionas,
ajetreada y laboriosa,
de espaldas al mundo que te conoce
y al saludarte te sonríe;
y en verdad...¡no sabe nada de ti!

Te he visto jugar con él;
trazando mórbidas rutas
con tu lengua dulce y azarosa,
hasta que adquiera maciza forma,
hasta que amenazante te mire
con chispa de capullo ahíto
y te llenes la boca con él.

Obnubilado te veo,
no lo puedo creer;
¡ah mi miembro despertado!
y aún más ávida en tus quehaceres
¡lo incitas a más crecer!

Enloquecido y febril
planta su sol tremebundo
en tu blando cielo de mujer.
Buscando ansia que lo contenga
sindica tu boca mojada y fresca
que resuelta lo atrapa,
lo mordisquea;
y pugna por arrancar sus dolores
desde el cauce de su venidero río
de hirviente, trepidante semen
que pronto ha de correr.

Luego, amor, he despertado
y no era un sueño.
Tu cabellera agitada
galopaba con denuedo
empuñando con ardor
mi vástago de placer;
¡oh amor la dulzura de tu rostro...!
¡oh amor la finura de tus manos!
trabajando con denuedo amado
el mástil de mi querer.

Y ver el vacío de tu hambre
delectarlo todo entero,
más adentro de tu beso
y apretando en tu mejilla
mi desenfreno fiero,
gobiernas con firmeza
a grupa mi satiriasis
¡oh desmesurado vicio! ¡molicie!
¡oh soy feliz siendo tu hombre
que te hace mi feliz esclava del placer!

¡Oh amor mi sueño hecho en tu carne!
¡oh amor tu saliva hecha miel!
¡oh amor que cierro los ojos…!
y mis primaveras te vierto
lloviendo amor en tu amor,
rebalsándote toda mi gloria
en la apretada fuente de tu estío
a pulso
y con todas las fuerzas de mi ser!

Oh amor
son sabios tus labios,
tu lengua,
tu desesperada sed;
encadenado ando a tu cuerpo
en todos mis instantes,
que ya a ninguna parte
puedo volver los ojos
sin encontrarte en cada lado
mirándome apasionada,
deseosa de lo que quiero
y que con voz silente me llama
voluptuosa y disimulada
a su amada gruta de placer.

¡Oh amor traza mi destilar de hombre
en tu boca, tus pezones;
unta tus senos con hedonismo
ante mi zafia sed por mujer!
¡oh déjame ver
tus rotundas perfecciones!
por las que vivo y las que muero
y atesoro en los relojes
este momento dulce, obsceno
de llenarme con tus olores
y saborearte toda al fin, sin restricciones.

Oh ven aquí cariño,
que hurgue ansiosa
mi hosca mano
tu arca llena de delicias;
tu mata escondida
que a mi pasión
se embadurna tierna de sueños;
deja que la lama toda
con mis áridos desiertos;
mi corazón y mi lengua andan muertos
de sed de sólo una mujer.

Frota tus vellos secretos
tu monte, con firme vaivén;
en el ansia asaz de mi boca
frótate cual gata en celo
en ondulante caricia y victoria
que desde tiempos remotos
has triunfado bien como una áspid.

¡Oh atrápame con tus brazos y piernas!
¡enrédame en la lujuria de tu aliento!
¡déjame que hunda en ti todo mi reino!
¡hasta el fondo de tu ser…!

Punto Negro

¿Qué pasó?
Anocheció contemplando la marea alta;
oí chapotear el agua en las peñas patinadas;
las olas con sus crestas blancas
llegaban a la noche sempiterna y vasta.

¿Es esto estar muerto?
en el silencio negro
no hay nadie;
ni aves, ni animales;
sólo el chapotear apacible
del agua en las peñas desordenadas,
vaivén monótono e infinito,
tranquilamente asfixiante.

¿A dónde nos vamos
con nuestra quinta esencia?
Sin nadie alrededor
no hay frío ni calor
y por tanto, no sé si existo,
si sólo oigo chapotear el agua
sin nadie alrededor.

Algo ha pasado,
no tengo ningún recuerdo
ningún futuro inmediato;

no sé qué día estamos,
sólo escucho chapotear el agua
de rato en rato;
derribar sus mansos lomos
en espumas blancas,
que dentro de la noche,
simulan ánimas huyendo despavoridas
de siniestras penas que las reclaman.

La hora se fue
o se habrá estacionado eterna.
En mi lejanía de la vida y el dolor
simplemente
no recuerdo nada;
no sé ni quién soy,
sólo escucho chapotear el agua
en las rocas renegridas de mi noche;
sin luceros, sin amigos, sin amor.