Tiempos de ternura
y azules nebulosas,
cuando esperábamos al amor
en el umbral de la vida.
Como entonces,
la mañana está alegre
y bajo ella,
hileras de automóviles
se abotonan de sol
que brilla allá en lo alto,
despertando húmedas melenas
en la arboleda.
Se marchan las nieblas
de las cumbres y edificios.
El cielo,
cerúleo,
sonríe sus arreboles helados
sobre la ciudad.
De los tersos mastuerzos
y sus hojas,
huyen los rocíos
con sus diamantes precisos;
mas,
¿quién sabe
si lo que aseguran nuestros sentidos,
sea ficción o realidad?
En la revolución de las comunicaciones,
ya sabemos, que unos mercenarios
quieren a Ucrania,
como carne de cañón
de la OTAN;
y que existen otras dimensiones,
donde, quizá,
pervivan nuestros seres queridos,
y nuestras amadas mascotas.
Otras dimensiones,
donde,
junto a otras posibilidades,
se hacen corpóreos
nuestros sueños truncos,
regalándonos ése futuro,
que hoy se hunde
en los horizontes de la edad.
Entonces,
-quizá-
esa dicha que sentimos al soñar,
no sea una quimera más;
quizá la dicha vívida
que siente el alma al fantasear,
no sólo vive en nuestra mente,
sino, que hay un mundo hermoso
donde, entelequia,
rompe sus espejos
y se hace bella realidad.
¿Será por eso
que somos,
tan felices al soñar . . .?
La brisa corre
y agita los brazos de las palmeras,
aquí, en Barranco,
como en tu ciudad;
y yo, cierro los ojos
a la acuarela de la tarde
y me tiendo callado a soñar . . .
Loco de ansiedad . . .!
1 comentario:
Muy lindas letras
Abrazos
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