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domingo, 8 de enero de 2023

Entelequia



Tiempos de ternura 
y azules nebulosas, 
cuando esperábamos al amor
en el umbral de la vida.

Como entonces,
la mañana está alegre
y bajo ella,
hileras de automóviles 
se abotonan de sol 
que brilla allá en lo alto,
despertando húmedas melenas
en la arboleda.

Se marchan las nieblas 
de las cumbres y edificios.
El cielo, 
cerúleo, 
sonríe sus arreboles helados 
sobre la ciudad.

De los tersos mastuerzos
y sus hojas,
huyen los rocíos 
con sus diamantes precisos;
mas, 
¿quién sabe
si lo que aseguran nuestros sentidos,
sea ficción o realidad?

En la revolución de las comunicaciones,
ya sabemos, que unos mercenarios
quieren a Ucrania,
como carne de cañón
de la OTAN;
y que existen otras dimensiones,
donde, quizá,
pervivan nuestros seres queridos,
y nuestras amadas mascotas.
Otras dimensiones,
donde, 
junto a otras posibilidades,
se hacen corpóreos
nuestros sueños truncos, 
regalándonos ése futuro,
que hoy se hunde 
en los horizontes de la edad.

Entonces,
-quizá-
esa dicha que sentimos al soñar,
no sea una quimera más;
quizá la dicha vívida 
que siente el alma al fantasear, 
no sólo vive en nuestra mente, 
sino, que hay un mundo hermoso
donde, entelequia,
rompe sus espejos
y se hace bella realidad.
¿Será por eso
que somos,
tan felices al soñar . . .?

La brisa corre
y agita los brazos de las palmeras,
aquí, en Barranco,
como en tu ciudad;
y yo, cierro los ojos 
a la acuarela de la tarde
y me tiendo callado a soñar . . .

Loco de ansiedad . . .!



1 comentario:

gla. dijo...

Muy lindas letras
Abrazos