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domingo, 21 de mayo de 2017

En voz baja




Me inclino ante ti

Oh, señor del poder,

Oh, magnifica imagen mítica de la falsedad;

me inclino ante ti

y ante tu gran poderío militar.



Ante tus legislaciones refrendadas

por ojivas nucleares;

que perdurarán aun,

cuando ya no haya más humanidad,

te reverencio.



Tus maléficos decretos

nacidos como derechos del ser humano,

pero que sin embargo,

inicia guerras

sobre párvulas naciones

que jamás supieron de ti,

sino, gracias

al sionismo holiwoodense,

cínico, abusivo,

que hace que te odie insanamente

con todas las fuerzas del ser.



Ahora tu sonrisa

y tus bellos ojos azules

son la evidencia incontrastable

de la inequívoca existencia de Luzbel.



La solución está en el milagro alemán,

en el esplendor de Libia;

en los ideales de los próceres que asesinaste.

La solución está en apartarnos

de tus bancos centrales,

y crear nuestra propia moneda,

nuestro propio mercado.



Nuestra solución es

no permitir que vengas con tu lengua extranjera

ni con tu "ayuda humanitaria"

que en tu idioma garrapateado

solo significa guerra…!!



¡No vengas! ¡No vengas!

Estamos completos en nuestras tierras,

si quieres sangre ¡te la daremos!

pero no vengas a decirnos que eres paz

porque los mártires asesinados del mundo

en muchedumbre espantosa de almas en pena

no hayan descanso...y rezan…

rezan que ya no te creemos...!



El sueño terminó

y de haberte quedado sin riquezas,

sabemos que con tus sicarios has venido a robar.

Más de un millón de muertos en Irak,

seis de Afganistán, Libia, Vietnam,

melopeyan  desde ultratumba

que eres un pordiosero miserable y malvado,

que esgrime como en la vejada Siria

la fuerza de sus armas para saquear.



¡¡Fuera de aquí!!

asaltante universal de península…!!



¡Largo de mi patria maldito genocida!

lárgate con tu psicopatía a matar

a quienes te adoran,

a quienes ambicionan tu apócrifo papel moneda

que imprimes canallescamente, ruin,

a toda hora!!






2 comentarios:

gla. dijo...

Vaya...es muy fuerte y muy bueno
Abrazos

Anacanta dijo...

No poder que dure para siempre
ni primavera que espere en vano.