domingo, 7 de febrero de 2016
Ocaso
Pronto oscurecerá.
La tarde toma matices sangrientos
y tintes oscuros de muerte.
Crecen las sombras y me alcanzan.
De nada sirvió que digas que me amas
si no puedes guardar
la noche incontinente
al fondo de tu alma.
Yo me quedaré tranquilo.
nada me sorprenderá.
Hundiré el sol de mi amor
en un océano solitario
hasta que no quede
vestigio de luz.
Un ave desciende aleteando sobre el camino
por donde el destino pasa
sus aplastantes neumáticos de muerte.
Yo le toco el claxon
y ella ausculta de reojo
entendiendo mi miedo a matarla.
Nos une una sensación profunda y frágil
de hermandad.
Porque quizás, por una,
ya tomaron conciencia todas:
cuando sus ojos horrorizados
contemplaron las pupilas azules de su amor
estallar de sus órbitas
justo cuando se estaban mirando,
justo cuando se acercaban;
y sólo quedó de la amada
un cuerpo tembloroso
unido a una gran mancha
soplo y plumas ensangrentadas;
y la camioneta gigantesca que se aleja
y la angustia que agita despavorida las alas.
Mi mirada se ensombrece bajo
un cielo precioso y celeste.
Han salido a asaltar los funcionarios públicos.
Han salido con su color amarillo alegre;
pero,
no es tiempo de morir
aunque me espantan;
me muestro sereno
y en cuanto puedo
¡bato mis alas…!
Etiquetas:
Ocaso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
hola drac no es tiempo de morir
aunque me espantan;
me muestro sereno
y en cuanto puedo
¡bato mis alas…!
estas palabras me han sobrecojido
cuanta fuerza tienen tus palabras
me quedo fragil ante ellas feliz domingo besitoss
Triste aunque bello.
Besos.
Tristeza hecha letras
Un beso
Mucho ha...sin pasarme por aquí...no sé porqué he tardado tanto...me he perdido...más me alegra mucho que sigas escribiendo que sigas de tu alma palabras derramando...
MILES DE BESOS.
Me encnata tu blogs!!
Amalia
Publicar un comentario