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martes, 24 de noviembre de 2015

Mañana de noviembre



Ya es de mañana,

todo luce igual en el río de la vida cotidiana,

que conduce siempre,

inexorablemente,

al océano de la muerte fatal. .



Muchos seres transitan aún vivos,

conversan y celebran,

 se tocan la frente;

pero algunos,

vamos sin luz en la mirada,

arrastrados por la corriente

que nos lleva sin prisa

al final de la vida,

ya muertos.





Está nublada la mañana argenta

y yo, aunque muera,

siempre digo

no quiero vivir más.



Porque como decía el inhumano dolor

es muy grave sufrir

cuando el llanto no alcanza,

y lo único que podemos hacer es

 orar y morir.



Llueve,

y yo recuerdo otra mañana de hace un año

cuando empezó la felicidad;

yo la recuerdo y se deshace mi alma

de dolor incendiada.


Cuando no hay nada por esperar

y las manos sangrientas del destino

bajan el telón de la razón;

llueve mucho en el alma

y aunque todo esplenda de amor,

refugiado en un rincón,

muero llorando tu olvido

la indiferencia de Dios.



Esta mañana es la misma de aquella otra,

sólo falta tu sonrisa;

y la mía diciendo

¡nada nos podrá separar!

3 comentarios:

Lunna dijo...

Los recuerdos se agolpan en las lagrimas del olvido.

Bellas y tristes tus palabras.


Besos.

Lunna.

Amapola Azzul dijo...

Yo sí que te veo luz, besos.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Paso a desearte una Feliz Navidad, mi querida amiga.
Un gran abrazo.
Sor. Cecilia