martes, 28 de julio de 2015
Cúspide
Hay un sueño del cual
no despierto jamás,
una pesadilla horrenda de la cual
no puedo escapar.
Al filo de la vida
y asomado al precipicio fatal,
quisiera acabar con todo
lo que me trajo la vida
enrumbándome a este abismo
en donde no queda sino saltar.
Pasan como película
decenas de sueños,
todos truncos,
por la mano de un destino
que en algún punto de mi viaje
me supo condenar.
Aquí a mis espaldas
no queda sino
una vida enmarañada
sin solución por encontrar;
frente a mí,
lo desconocido
un abisal horizonte
que promete librarme
de esto que me hace llorar;
porque cuando las oraciones
ya no alcanzan
se inundan los ojos
del olvido de Dios
quizás por algo que, sin darme cuenta,
me hice merecedor.
Aquí les dejo mi espacio,
aquí el oxigeno que me correspondía
y que solo traía a mi pecho
desesperación, angustia y dolor;
aquí mis proyectos
como un camino por andar
y que el polvo del tiempo
se encargará de borrar.
¡Qué gratificante esta paz!
cuando estamos a punto de abandonar
lo que nos hace sufrir,
este bienhechor momento
de encontrar la solución
a lo que me está matando
cortando para siempre
lo que soñé y nunca pude lograr.
Lo que hice mal
aquí lo pago
y me subo a este peldaño
a alcanzar mi propia inmortalidad.
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2 comentarios:
Estoy feliz de visitar su blog, no se sorprenda si el pagerank es alto, debido a que el artículo que escribiste es muy diferente, simple pero sigue siendo interesante. gracias por dar ideas nuevas para mí. buena suerte
Siempre con la intensidad necesaria, Drac querido. Muchos besos.
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