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lunes, 18 de noviembre de 2013

Exilio

Después de una vida

vuelvo a pasar por estas calles;

por estas avenidas…



Las sombras, como antes,

se tienden transversales

a refrescar el paso

en la mañana estiva.



Con mi sombra,

antecediéndome tras la espalda,

me acerco con lentitud a tu casa.

Tu casa inalterable,

ahora…

¡convertida en tienda …!



Ingreso

(¡estás maravillosa…!)

tus pupilas rutilantes me miran

como antes,

sonrientes y enmeladas.



Sobre el sofá desvencijado

tus cartas;

donde aprendiera que la felicidad

la encarna tu grafía azul,

que ahora intimida, increíblemente,

fatal amenaza.



Pido una gaseosa.

La bebo sorbo a sorbo,

repasando en la memoria

aquella tarde de la despedida;

aquella, que ¡hubimos de carcajearnos!

(“a despecho de las tristezas

que nos da la vida”)



Sentados frente a frente

en nuestra última entrevista,

al tocar tu chancleta

de manera triste y rogativa,

ésta, se zafó de tu pie,

dejando ante la hilaridad de mis ojos,

tu dedo gordo y sonrosado

asomando impúdico y jocoso

entre un viejo calcetín roto!



Muerta de risa y de vergüenza roja

trataste en vano de esconder,

de aquel ¡GRAN AGUJERO!

tu pequeño dedo rosicler.



- ¡Es que hacía frío…! -

Te excusaste,

ante mi gran compunción y pena,

que, sin embargo…

¡NO PARABA DE REÍR!



Tú eras así.



Otra mañana de espera y de invierno,

descubrimos

bajo chispitas de lluvia y alegría;

un pasador negro y otro marrón

anudando con premura

tu calzado colegial;

nunca supe, en realidad,

si era pareja del otro par.



“¡Sí, sí, sí…!

es que estaba oscuro…!” repliqué

-¡y se hacía tarde!- dijiste

y la risa desternillante,

que entre el beso de hasta pronto

no tuvo cuándo fenecer…!



¡Qué manera de reír!

chispitas de lluvia hasta los dientes;

qué distinto es el invierno frío

cuando arde el corazón

de dicha e ilusión perennes!



Tomé tu mano

y, como el primero,

te di el último de los abrazos…

que nadie supo  duraría

todos estos años.



Mas…¡estoy en tu casa!

fresca y umbría;

en donde, en cualquier umbral, pareciera

fueras a aparecer

con tu sonrisa diligente,

tu quehacer, tus cartas

y esa filosofía tierna que aún

no termino de aprender.



La gaseosa

ya se acaba,

una voz extraña

me vuelve a la realidad;

(¡quisiera decirte

tantas cosas…!)



Alguien me exige una paga

por lo que acabo de saborear…

se esfuma de a poco

la frase última de tu postal

“con la dulce esperanza de ser felices”…

y una cara extraña me descubre

exiliado de ti y sonriendo,

como un orate,

a perpetuidad.



17 comentarios:

Meulen dijo...

Hermosa reflexión...
que tremendo es eso
cuando al fin uno descubre
cuan valioso es lo que se ha perdido
....
asi es la vida a veces...
pero cuentas una historia muy valiosa
saludos

Patty dijo...

Lo he leído con una super sonrisa en mi cara, lindo y amoroso te felicito Drac. Besos :*

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hola Drac, hace mil años que no sé nada de ti.
Gracias por tu reflexión
Un abrazo
Sor.Cecilia

Michelle dijo...

que forma d terminar, de ese vertiginoso paseo.

Cantares dijo...

Que bello! me encantó, dulce, melancólico. precioso
Besos

Espérame en Siberia dijo...

¡Drac! Te he extrañado tanto.

Te mando un beso siberiano.

Lunna dijo...

Me alegro mucho de que vuelvas a pasar por estas calles.
Echaba mucho de menos la belleza de tus letras.

Besos.

Lunna.

Recomenzar dijo...

Me ha encantado tu blog
abrazos

Alondra dijo...

Hermosa historia que vive en el recuerdo... el tiempo no deja nada en su lugar, es como un huracán que destroza los lugares amados y pone surcos en las caras que nosotros seguimos conservando como fotografías en blanco y negro.
Ha sido un placer encontrarte, un beso por mejilla.

M. J. Verdú dijo...

Los cambios de la vida se nos echan encima... nada permanece igual

Alexander Strauffon dijo...

Que tal, aqui leyendo tu espacio. Saludos.

Francisca Quintana Vega dijo...

Hola. Siento tener poco tiempo ahora para los blog...la verdad es que el poco que me sobra me lo roba un poco el fabebook jaja...en fin, que me ha gustado mucho el poema, uno de los más bonitos que he leído aquí. Espero que siga bien. Mi cordial saludo.

MAR dijo...

Y SER FELICES YA!!!!
Que nada nos saque de nuestro centro, que no necesitemos buscar la felicidad en los demás.
Besos y abrazos.
mar

Sandra Figueroa dijo...

Vengo a desearte: Felices fiestas. Cuidate mucho.

Narci M. Ventanas dijo...

Hola Drac, ha sido una agradable sorpresa volver a verte por mi blog y comprobar que sigues publicando aunque de tarde en tarde.

La vida da muchas vueltas y a menudo nos regresa al punto de partida para comprobar que todo sigue igual aunque distinto porque la vida también ha hecho mella en lo que dejamos atrás.

Feliz Navidad y besos.

Patty dijo...

Drac ...Que en estas fiestas, la magia sea tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo, tus ojos el mejor destino, y tu felicidad mi mejor deseo. Besos :*

El Drac dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.