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lunes, 19 de agosto de 2013

La sangre del cordero



Nada de lo que diga

hará cambiar las cosas.



Lo mejor será, como los otros,

tapar mis oídos y mi boca.

Y mis ojos, para no ver

lo que sigue ahora.



¿Cómo haré

para que voltees?

Se electriza la sangre

con cada muerto que,

en medio la ciudad estaba;

simplemente viviendo,

charlando,

como alguien que pasaba.



Hay un viejo martillo

que golpea incansable

contra un yunque;

hay un viejo lamento

que frente a un muro

transfórmase en abuso

diariamente .



¿Cómo haré

para que voltees…?



¡No puedo sustraerme

a su llanto inconsolable!

¿cómo acallar mi indignación convulsa?

Es mi espíritu tebeciano

que arroja mi vida por la suya

en tinta roja…!



¿Cómo haré para que voltees…?

De cada diez,

mueren tres niños;

tan inocentes como los que

fingió llorar el rey negro.



Afuera

estremece la metralla.

Su compás disparatado. ..

¡Corren…!



¿Cómo haré para que voltees?

y detengas este feral humano

que ni las bestias igualarán jamás.



Bajo una lluvia

de escombros me sepulto;

para ver, si esta vez,

un grano de mostaza,

es capaz de mover

la gran montaña de iniquidad.



¡Un grano de mostaza

capaz de vencer, con sola su fe,

al más truhán!



Es tarde,

aquí van dos niños fusilados

ante mis lágrimas de ira!!

aquí va Manning,

sin latigazos y sin cruz

a sacrificar por nosotros

más allá del tiempo

de su corta vida!!



¡Otra vez…!

¡la metralla!

¡Corren…!

atinan

¡mueren…!

¿Cómo haré para que voltees…?



¡OH, SIRIA! ¡ PALESTINA!

a dónde miro

dólar y petróleo

cobran valor

en la sangre del cordero…!

¿Cómo haré para que voltees?

y detengas esa maldita ambicia capitalista

infernal… cruel…

y atroz…!

5 comentarios:

Cora dijo...

un poema donde el miedo se vive en cada momento... me inspira tristeza

besitos Drac

Amalia Lateano dijo...

Dices vedades amigo Drac. Triste es el destino de los hombres en su avaricia y maldad.
besos infinitos
Amalia
TE LO PUBLICO

Fiaris dijo...

Triste destino.
abrazo

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

Dolorosos y desgarradores versos. ¿Qué hacer para cambiar las conciencias?
Quizá el grano de mostaza, los granos de mostaza, sean los versos. Los tuyos son intensamente conmovedores.

Saludos
Teresa

Unknown dijo...

Intenso, con mucho corazón, hay latidos que no se pueden callar.
Un abrazo.