Alone

La rebeldía de estar solo
me mueve a escribir;
y a buscar más allá de los versos
ésa playa donde anidar
mi ansia hegeliana de conquista,
el alma libidinosa que se iza
a hundir su asta corporal;
verter totalmente su estío,
en tu honda cavidad vaginal.

Plantar mi apéndice
que se enaltece
en tu tierra nueva y fresca.
La estaca que se desclava de mi tallo,
¡Oh, hundirla!
hasta donde no entre más!

Radia sanguinolento su sol,
su capullo en botón.

¡Oh una boca fresca
que mitigue mi urgente calor!

la prisa de este magma
que por sí solo
¡ya se rebalsa!

¡Oh dos colinas ascendentes!
y en medio de ellas
el surco feraz
donde recibirás dichosa
toda mi unción.

¡Qué sensación de sentirte!
amasando con tu carne
el abandono crecido,
trenzándome de amor
¡oh sueño bendecido!
pugnando verte, con tu humanidad,
hacer florecer mi total erección!

¡Oh tu violencia amada
que al desatarse
no produce ningún dolor!
y aunque te quejes,
y veas mi rostro sufrir y desencajarse
¡no te detengas!
hasta que extraigas y se derrame
en ti,
todo mi ardiente amor.

Déjame habitarte,
prolongar mi deseo en tu interior;
asienta tu humanidad olorosa
en la cima afiebrada de mi carne,
de lo solo que estoy...!