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jueves, 26 de junio de 2014

Llamada perdida

Aprehendido  a  mi teléfono
ejecuto mi  enésima llamada.

En mi oído,
 timbra con insistencia el celular…
sin que nadie se acerque a ver
de quién se trata.

Dijiste que me querías
que decidida estabas;
pero el número que me diste
jamás abrevió  la distancia,
ni trajo al alma
 la alborada cantarina de tu voz.

El  limbo de esta espera
se me antoja,
una  ciénaga pesada y larga,
un cielo oscuro y denso
donde las horas no pasan;
y no hay,  para la  vida,
ni  siquiera un triste haz de sol…!

Nadie sabrá lo que es volcar
las esperanzas de vivir
en una sola llamada;
nadie sabrá del horrible placer
de aferrarse,  
a la posibilidad negada,
que contestes,  esta vez,
que el alma se desangra!

De pronto vino el océano del sueño;
o quizás,
yo me hundí en él,
en sus aguas
dulces  y  profundas.

Quizás, a falta de ti,
me acerqué a  las caricias de sus ondas
y esperando verte un día,
me dormí.

Pasaron los años,
vidas enteras de promesas rotas;
pasaron los años
y las calles,
que tantas alegrías depararan,
se convirtieron en  álbumes
de tristes remembranzas.

Quizás yo  sólo soñaba
y creyendo que vivía,
me dormí …

Vino una mujer a mi sueño
con un trozo de césped en la mano,
vino y dijo palabras que olvidé.
Despertando,  olvidé,  también, su rostro;
pero supuse, tontamente,
que aquella desconocida
tratábase  de ti.

El teléfono seguía  en mi mano
y, despertando,
 compulsivamente… te llamé…!
¡el mundo era demasiado ancho!
¡demasiado bello
para vivir…!

El teléfono sigue timbrando
y aunque en el espejo
 ya pasaron todos los años
aún te llamo,
esperando encontrar algo,
un rastro,
¡cualquier  cosa de ti…!

2 comentarios:

Patty dijo...

Yo se lo que es volcar la vida en una llamada, que digo una, digo cuchucientas :( pero aprendí eh???

Besos Drac

hana dijo...

"Volcar la vida en una llamada"
o se hace pesada como gran losa o efímera como el instante de una mirada. La cuestión es decidir por cual se opta.

Recibe un liviano pestañeo por cada año pasado. Feliz verano, gran escritor¡¡