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lunes, 10 de febrero de 2014

La pelota


Una pelota de plástico

color verde limón

rueda por la acera…



Corre, brinca, juega;

podría fácilmente caber

en mi mano

su redondez tan pequeña.



Atraviesa recuerdos

entre arbustos, pasos y autos

rodando velozmente por la acera.



Hay una mujer que duerme

a la espera de vender

al final del día, que recién empieza,

su cesta colma de golosinas...



Esplende alegre

el color de la pelota;

y tras ella,

un niñín de tres años

corre todo alborotado;

como corrimos alguna vez tras la dicha,

ha tiempo,

cuando nos enamoramos…!



La pelota rueda feliz

y el niño levanta las rodillitas

estirando los bracitos, apenas equilibrado;

corre,

corre riendo, agitando los brazos

¡por no caer precipitado!



Mientras ensaya por primera vez

su loca carrera;

la pelota,

va y viene dando brincos por la acera;

coqueta, veleidosa,

dejándose perseguir por el niño

que corriendo va tras ella

arrojado a saborear

la colosal dicha de tenerla.



En un instante

el mundo se posterga…



¡ABANDONÓ LA ACERA…!



Un grito de horror

detiene los segundos;

y por ventura,

también los malos augurios.

La madre despierta

y ve la bola rodando

y a su niño... ¡ir corriendo tras de ella!



De la nada ¡un auto!

aparece a velocidad pasmosa

tragándose el mundo.



Entre los autos aparcados

cruza la pelota brincando

tras ella el niño y un presagio;

y tras él,

el medio cuerpo de la madre,

cuyos brazos vuelan a empujarlo…!



El niño cae de bruces,

frena al unísono el mundo,

derrapan llantas;

con el último haz de luz,

la madre, logra ver al niño

que se levanta llorando

y una sonrisa parece esbozarse

en su boca sangrienta

aún lista para, de besos, colmarlo.



Al otro lado, la pelota,

yace estática, temblorosa.

Sin adivinar el trance

el niño llora

esperando los brazos maternos,

que al trocar su suerte toda,

no acudirán a él...

a ninguna hora.

14 comentarios:

gla. dijo...

Muy bueno...con el amor mas puro...y la tristeza plasmada en cada letra
Un abrazo

Alicia Abatilli dijo...

Y el mundo también cae de bruces ante sus lágrimas.
Abrazos.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Ayyyy...tan triste como preciosamente escrito!....lástima que el final no fue feliz para ambos!
=(

Sophie dijo...

Que triste! me conmovió tanto por la nitidez con que lo describes... un final duro pero no lejano a la realidad
besos

Mª Carmen dijo...

Triste pero precioso y tan real.Un placer visitarte. Besosss.

Alondra dijo...

Hoy me has dejado con los ojos húmedos, tu poema se lee como corriendo detrás de la pelota, vas sintiendo la alegría, pero ¡ay! de repente, intentas leer más despacio, ves el horror a cámara lenta y te deja el corazón encogido.
Un abrazo

Katy dijo...

Cuanta ternura encierran tus palabras. Me has recordado a mis hijos, a mis nietos que cada dos por tres tragan polvo.
Todos nos hemos roto los labios y tragado tierra alguna vez.
Un abrazo

Lunna dijo...

Tierna y bella historia a la vez que sencilla pero capaz de despertar sinceros sentimientos y bonitos recuerdos.

Besos.

Lunna.

Narci M. Ventanas dijo...

Ojalá las madres pudieran también protegernos de esta vida que rueda y rueda sin dejar que lo alcancemos, arrástrándonos con ella al abismo de peligros y demencias hasta el punto mismo en que la muerte espera.

Bella historia.

Besos

Patty dijo...

Que tristeza más grande.... :( estoy sin palabras...

Francisca Quintana Vega dijo...

Se vive. Muy bello poema tan real como la vida misma. Amor de madre...nada igual. Mi cordial saludo.

Anónimo dijo...

me pregunto, y no paro de preguntarme, por que las redes sociales?!...son tan impersonales, mentirosas,absurdas...si quieres que el mundo sepa tu decir, pues en youtube, hay espacio mundial!!!
precioso!
lidia-la escriba
www.nuncajamashablamos.blogspot.com existo!

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Así es mi querido Drac, las madres son lo más grande de este mundo y en tu poema, dejas a todos en suspenso, todos vamos detrás de esa pelota intentando parar ese accidente.
Gracias
Un abrazo
Sor.Cecilia

Marinela dijo...

Hay madres y Madres, la que describes en tu poema es de las grandes, de las que dan la vida por el hijo.
Real,triste y bien expresado.

Un abrazo.