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viernes, 6 de noviembre de 2009

El Rumor

Hubo un hombre
allá… en distantes lenguas
a quien los hijos de Yahvé
aún no reconocen.

Un hombre magnificado
hasta la túnica,
de hazaña y de milagro;
pacífico de corazón,
pronta entrega.

Hubo un hombre.
Sólo un hombre.
Como Mahatma
o como Juan Pablo;
o como aquel
que pasara sin mirarme
por mi lado.

Nacido de “almah” (mujer joven)
descendiente de la casa de Judah
y por sangre de David
hijo de María y del docto José;
líder radical de los nazaras
y asentado en Galilea
que es llamada en la biblia
“el desierto”, sito
alrededor de Qumram.

Por entonces debíase cumplir,
con el mandato judaico de casarse
antes de los 20 años.
Y lo hizo, empezando en Canaan
con banquete prenupcial,
agasajando además,
con vino a todos sus invitados;
pues, si todos somos humanos,
no es más el que más tiene

- ¡Llenad esas tinajas con agua
que para Dios
todos somos igual!

Cierta vez en que
ayunaba por “el desierto”
se le presentó el zelote,
para decirle que debía ser
libertador de su pueblo
como Moisés, como David;
como exigen los sagrados textos.
Y señalando toda la urbe
ocupada por romanos,
lo arengó el Iscariote:

- ¡todo puede ser nuestro
si juntamos nuestros ejércitos!

pero el hombre
adelantado a su tiempo
luchaba por homologar
las estrictas leyes judías
con la paz celeste de su reino.

En Betsaida
se avino a predicar
y al contrario de lo que aún hoy,
hacen sacerdotes judíos,
no se purificó hundiéndose
hasta la cabeza
en las linfas del lago;
simplemente,
caminó por las piedras
hasta la barca
que lo estaba esperando.
Desde allí
apaciguó la iracundia
del pueblo escogido
que lo estaba observando
y dio su sermón para todos,
todos los que quieran ser salvos.

Y exclamaron los presentes
con asombro
más que irritado…

- ¡¡Miren, ha caminado por las aguas…!!

y hasta hoy nos llegó
soterrada indignación,
cual si fuese un milagro.

Él fue quien recibió,
mientras se sentaba a la mesa,
la aceptación de María
en matrimonial unción;
y para que entienda
el que entendimiento tenga;
la hermana de Lázaro, guardó
el resto del aromático nardo,
para ungirlo después
cuando ya sea muerto;
pues, eran las normas
de descendientes mesiánicos
asegurar su linaje
con la unción de la novia,
con ya tres meses de embarazo.

Que significaría sin ambajes,
haber caído en desgracia
aquel que no tuviera esposa
o quien llevara la cabellera larga.

A las afueras de la ciudad
a espaldas de las murallas,
estaba el averno
lugar de quema de basura diaria;
y por decir ¡no seáis más una lacra!
(que las lacras deben ser incineradas)
inventaron pasado el tiempo
un lugar llamado infierno,
donde, de seguir inicuos,
se quemarían en el fuego
eternamente
nuestras almas.

Y la multiplicación
que ciertamente
(y hablando siempre
en condicional) no fue tal;
porque él
ya no era el único que prodigaba
con sus manos la comunión del pan,
la palabra;
sino todos y cada uno;
repartían lo que tenían
multiplicando así la bondad

- ¡os haré pescadores de hombres!

y dando la buena nueva
¡oficiaban todos de sacerdotes…!

Como era de esperarse
levantó los odios de todos;
escribas y fariseos,
judíos y sacerdotes;
quebrantando a cada instante
la estricta legalidad
con su prédica de amor,
fraternidad, igualdad.

Este fue el hombre que deshonró
a los jueces del sanedrín
ordenando a Lázaro salir
desacatando su muerte civil;
por todo esto para ellos
era el sacerdote perverso,
que rompía cánones impuestos
desde hacía mucho tiempo
y que frente al sumo Caifás
tuvo la osadía de afirmar
su ascendencia y divinidad.

Que no aparezca en la Torah
y en los originales de Josefo
es lógico desde todo punto;
por emparentarse siendo quien fue
con la suprema deidad.

- ¿Qué es la verdad? – preguntó Pilatos.

Y haciendo del latín
anagrama ingenioso
el judío convicto y confeso,
contestó sin inmutarse:

- (La verdad) es el hombre que tienes delante…

Y tejieron mil engaños,
y mil religiones desde aquél.

Al tercer día,
establecido por ley,
se libertó o...resucitó!
¡que no puede manar gota
de sangre,
de ningún muerto!
Ahora ya lo sabemos,
después de la crucifixión
todo es papel agregado,
sólo sueños.

Ante las dificultades y misterios
fulge con excelencia...
¡la inteligencia!
rebelde y revolucionaria;
única en la historia capaz
de transformar el mundo
en sociedades modernas.
¿Qué sería sin su cerebro
el ser más desvalido de la tierra?

- ¿Quid est veritas?
- Est vir qui adest…

10 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Tu relato tan bien hilvanado con un cierre magistral, me encantó. Sinceramente te felicito. no solo por el contenido sino principalmente por su cierre.

Saludos cordiales.

Hasta pronto amigo.

Narci M. Ventanas dijo...

Interesante disertación.

lidia dijo...

guauuuuuuu brillante! muy buenas parabolas...estudias o estudiaste teologia?
o filosofia? tenes una plataforma de conocimientos que pocos entenderian
un abrazo singular
lidia-la escriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com

Viviane Moreno dijo...

Muy buena la entrada!
Estoy encantada con tu blog, es muy interesante y creativo.

Buen finde!
Un abrazo

Viviane
www.morenoviviane.blogspot.com/

lidia dijo...

de qu guardapolvos ,uniforme, me hablas...la verdad no lo entiendo...espro que me cuentes y si soy mujer,por donde mires y aprecies...
un abrazo mas que enorme
lidia-la escriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com

María dijo...

Hola, gracias por visitar mi blog, yo me quedo viendo el tuyo.

Saludos.

Soledad Arrieta dijo...

Me parece muy original lo que hacés. Una narración en forma de poema, con estilo de poema, contás una historia con ella, una historia mítica, una fábula interesante y le das un cierre excelente.
Cariños, estaré seguido por aquí!

lichazul dijo...

simplemente para apludir!!

un místicoreflexivo y de imagenes certeras
prondidad a que el fondo nos lleva en el existir mismo

FELICIRACIONES!!

sé siempre bienvenido a mi espacio de letras
y gracias por dejarme ser parte de tu espacio

Silencios dijo...

Me he quedado de una pieza, es un texto magnifico y la imagen final excelente.
Te felicito.

Mil gracias y mis besitos

AMOR dijo...

Me ha gustadu mucho, aunque no he leido nada de repartos de leche ni eso, ya tu sabes, mi sed, es una pena ya que venia a beber algo,jajajajaja.