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domingo, 25 de octubre de 2009

Punto Negro

¿Qué pasó?
Anocheció contemplando la marea alta;
oí chapotear el agua en las peñas patinadas;
las olas con sus crestas blancas
llegaban a la noche sempiterna y vasta.

¿Es esto estar muerto?
en el silencio negro
no hay nadie;
ni aves, ni animales;
sólo el chapotear apacible
del agua en las peñas desordenadas,
vaivén monótono e infinito,
tranquilamente asfixiante.

¿A dónde nos vamos
con nuestra quinta esencia?
Sin nadie alrededor
no hay frío ni calor
y por tanto, no sé si existo,
si sólo oigo chapotear el agua
sin nadie alrededor.

Algo ha pasado,
no tengo ningún recuerdo
ningún futuro inmediato;

no sé qué día estamos,
sólo escucho chapotear el agua
de rato en rato;
derribar sus mansos lomos
en espumas blancas,
que dentro de la noche,
simulan ánimas huyendo despavoridas
de siniestras penas que las reclaman.

La hora se fue
o se habrá estacionado eterna.
En mi lejanía de la vida y el dolor
simplemente
no recuerdo nada;
no sé ni quién soy,
sólo escucho chapotear el agua
en las rocas renegridas de mi noche;
sin luceros, sin amigos, sin amor.

3 comentarios:

Alejandra Menassa dijo...

Hola Drac, qué entusiasmo lector has dejado en mi País de poesía. Un gusto tu visita.
Y este tu poema: Cuántos querríamos ver nuestra propia muerte, para no estar muertos. Bellamente escrito.
Un abrazo
Alejandra

AMOR dijo...

Jo, que profundo, me quedo con ganas de mas, pero.............. le echare un vistazo mañana.
Besazos

Narci M. Ventanas dijo...

Es, sin duda un lugar pradisiaco para despedirse de la vida, y sin embargo, creo que es más acertado retrasar el momento, para acabar con todo, incluso con lo que nunca se ha tenido, siempre hay tiempo. Mientras tanto, queda la esperanza de hallar lo que bucamos, pero en otro lugar, o en este, pero vivos, abiertos, y expectantes.

Saludos